Estamos inscritos en el listado de aquellos que propugnamos por el adecentamiento en el uso de los medios de comunicación en lo que tiene que ver con la difusión y publicación de figuras, imágenes, fotografías y vídeos que muestren cadáveres y más cuando han sido producto de muertes violentas.
Si bien es cierto –afirman muchos- que buena parte de la sociedad se alimenta del morbo, alguien le proporciona o suministra ese alimento.
Ahí entra entonces, la responsabilidad ética de quienes trabajamos en los medios de comunicación.
Encontramos de mal gusto, poco elegante y una falta de respeto y consideración a los familiares, el publicar fotos-vídeos de cadáveres que cuelgan de una soga, descuartizado, desnudos o en condiciones un tanto desagradables.
Hay quienes consideran que se alcanza una mayor teleaudiencia o que aumenta la cantidad de lectores en cuya noticia aparece una o varias fotografías de esa naturaleza.
Desconocemos si existe alguna disposición legal que prohíba ese proceder. Dicen, que lo que no está prohibido está permitido.
Creemos que es cuestión de respeto, conciencia y solidaridad con los familiares de la o las personas fallecidas en cualquier circunstancia.
A nadie le gusta que le “impongan” normas. Que le “bajen líneas.
Tal vez los gremios que nos agrupan como periodistas, comunicadores fotógrafos y camarógrafos puedan y deseen ayudarnos.
Los mismos dueños y administradores de medios, podrían hacer lo mismo.
En cuanto a las redes sociales y debido a la extrema libertad que existe, por igual hay normas para esto de las fotos y vídeos.
Es cuestión de cada quién. Nunca permitimos mientras hacíamos las veces de director de un medio de noticias en TV, que reportero alguno, nos trajera fotos y vídeos de esa naturaleza.
Usted que disfruta subiendo a las redes y dejando ver en su programa esa clase de vídeos y fotografías, puede ser que mañana usted mismo se vea en ese espejo en el que se ven aquellos que sufren la pérdida de algún familiar y el bochorno de ver su foto en la forma que aparecen muchas veces en algunos medios y programas.
Usted que también libra esta batalla, que muestra interés por el adecentamiento en los medios de comunicación, le felicitamos. La Guerra no está perdida.