PUERTO PLATA.-El golpeo del empresariado turístico a los profesionales de la comunicación afiliados en la Asociación Dominicana de Prensa Turística (Adompretur), filial Puerto Plata, continúa sintiéndose de manera intensa y dolorosa.
La marginación y el menosprecio se presentan cada vez que hay que realizar una maestría de ceremonia o una labor de relaciones públicas en empresas que incursionan en la industria de la hospitalidad y el ocio.
Como parte de la actitud de desdén que expresan los empresarios y algunos funcionarios de la cartera turística, los periodistas turísticos han tenido que ver como son marginados a la hora que se presenta una oportunidad de empleos.
Así hemos visto como el empresariado turístico les da de lado a los miembros de Adompretur a nivel local de manera hiriente y ofensiva, para darles paso a comunicadores de Santo Domingo, Santiago y hasta del extranjero.
Ejemplos de esa grosera marginación se han expresado en Hacienda Lifestyle Holidays Vacation Resort, DR Cruise Port, en ocasión de la inauguración de la terminal de cruceros Amber Cove de Maimón, en el teleférico y en otras empresas y eventos.
Para esas empresas los comunicadores turísticos locales y los pertenecientes al Colegio Dominicano de Periodistas, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y del Sindicato de Locutores Carlos Gonzáles no tienen capacidad ni para asumir los roles de directores de relaciones públicas ni como maestros de ceremonias.
La mayoría de los empresarios turísticos tienen la errada creencia de que para lo único que sirven los profesionales de la comunicación afiliados a dichos gremios es para decir que todo está bien y para ocultar las cosas negativas que se producen en este destino turístico y para difundir las notas de prensa de sus actividades que les hacen llegar.
Aquí tenemos excelentes periodistas y locutores que pueden hacer con profesionalismo y con calidad de primera el trabajo que hacen los colegas que traen los empresarios turísticos de otras ciudades del país, desplazando a los profesionales puertoplarteños de la comunicación.
Aquí tenemos a maestros de ceremonias de la talla de un Frank Cabrera, a un Edison García, a un July Polanco, a un Euclides López, a Anny Mariel Gómez, Guillermo Castro, Santiago Lozano, Yadira Polanco, Lissette Cuevas, Aracelis Ureña, Junior García, Luís Fortuna, Ángel Díaz, Francis García y otras luminarias de la locución.
También contamos con excelentes periodistas como Edgar Lantigua, Aridio Perdomo, Augusto Vásquez, Carlos Acevedo, Antonio Heredia, bueno como periodista y como maestro de ceremonias; Héctor Jérez, Mirna Santos, Derisé de León, Junior García, Mabel Andreini, Rafael Díaz Gómez, Mariel Vásquez, Félix Sosa, Ramiro Francisco, Félix Montán y otros no menos preparados para asumir cualquier rol en el campo noticioso o de las relaciones públicas.
Las exclusiones de que están siendo víctimas los profesionales del periodismo y de la locución puertoplateños casi están rebozando el vaso de la paciencia y no está lejano el día en que se produzca una rebelión dirigida a hacer que el empresariado del sector turístico y ciertos funcionarios les respeten y valoren. En ninguna otra provincia del país a los profesionales de la comunicación se les irrespeta y menosprecia como en Puerto Plata. ¡Está bueno ya de abusos!