Tal vez usted como yo no logre entender eso de homologación ni de criterio de oportunidad. Es posible que como yo, usted no sepa hablar ni entender el portugués que se habla en Brasil, pero no es posible que usted y yo estemos de acuerdo en que aquí no pasará nada respecto a soborno y sobrevaluación.
Cierto que hubo risas, brindis, abrazos y congratulaciones al saberse lo declarado supuestamente por Mónica Moura, de que Odebrecht no pagó campañas electorales en Argentina ni República Dominicana.
Esas risas. Tal vez carcajadas duró poco al conocerse por la misma vía supuestamente, las declaraciones de Joao Santana, dadas durante el interrogatorio allá en Brasil realizado por el juez Sergio Moro, en el que difiere de lo dicho por su esposa.
A raíz de esas informaciones que nos llegan desde la tierra de Nélson Ned, hay un meneo que no es el “menéame los mangos” del viejo merengue que interpreta Joseíto Mateo.
Volvemos a leer en los periódicos y en las redes sociales las frases aquellas de “caiga quien caiga” “hasta las últimas consecuencias” “nadie está por encima de la ley” “el que tuvo valor para cometer el delito, que lo tenga para enfrentar las consecuencias”…pero mientras en otros países (Perú, Brasil, Guatemala, Colombia, Ecuador…hay gente presos, aquí les damos tiempo a revisar sus pasaportes y solicitar visas antes de ser publicados sus nombres supuestamente dentro de menos de un mes.
A lo lejos, uno alcanza a ver la altanería, desfachatez y bravuconadas de personas cuando le cuestionan sobre estos temas, que solo nos queda utilizar las letras del maestro Solano con su merengue En qué Parará la cosa Caballero. Y algún imputado que corriendo le contesta…”te digo ahorita”.
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