CABALGATA EL CASTILLOoooooooooEvelio Díaz Artiles.

VILLA ISABELA, Puerto Plata.- Con la participación de numerosos jinetes y caballos procedentes de Puerto Plata, La Isabela, Luperón y Santo Domingo, el pasado jueves 12 de octubre, fue celebrada por tercer año consecutivo en la zona Oeste de esta provincia, una gran cabalgata para conmemorar el día del Descubrimiento de América.

La actividad ecuestre fue organizada por el ex-jefe de la Policía Nacional, José Armando Polanco Gómez, quien encabezó el desfile que partió de la comunidad de los Harquies, atravesó el pueblo de Villa Isabela y llegó al Castillo, en el municipio de Luperón., en donde fue recibido por una amplia comitiva de personalidades y autoridades del lugar.

Polanco Gómez, quien es un entusiasta de los caballos,  recordó que fue precisamente por El Castillo, que llegaron los primeros ejemplares equinos a la isla, traídos desde España por el navegante Cristóbal Colón, en su segundo viaje al continente Americano.

Explicó que la Cabalgata del 12 de octubre, es una iniciativa de varios amigos de la región, quienes además del gusto por los caballos, también comparten inquietud por los temas culturales y sociales en esa parte de la provincia.

Durante el recorrido, los hombres y mujeres de a caballo, disfrutaron del hermoso paisaje costero del occidente puertoplateño, a la vez que escucharon las precisiones del General Polanco Gómez, respecto al proceso de colonización llevado a cabo por la Corona Española en esta zona del Atlántico, entre otros interesantes detalles históricos relativos al 12 de octubre.

El ex-jefe policial, resaltó la necesidad de rescatar este tipo de actividades, propias de la cultura dominicana, mismas que han ido desapareciendo lentamente de esta parte del país, a través de un proceso complejo, “el que algún día pretende analizar de manera pública, junto a sociólogos, historiadores y otros expertos de las ciencias sociales”.

Entrada la noche y de regreso a los Harquies, en la casa materna de Polanco, los caballistas disfrutaron de un refrigerio y un sabroso menú criollo, al tiempo que departieron con el Comandante, en un ambiente de camaradería.