12308724_10153631709051508_7913006147602993918_nManuel Gilbert

PUERTO PLATA.-Una comisión integrada por el gobernador Iván Rivera, el obispo Julio Cesar Corniel Amaro y representantes de los desalojados del barrio Kosovo que ocuparon la Catedral San Felipe en la mañana del domingo viajarán a la capital a gestionar su pronta reubicación.

La comisión fue aprobada como resultado de las negociaciones realizadas por el representante del Poder Ejecutivo con los representantes de los desalojados para lograr que desocuparan el principal templo de la Iglesia Católica en Puerto Plata.

Los ocupantes de la Catedral San Felipe la ocuparon de manera sorpresiva y permanecieron en su interior hasta que el doctor Rivera se presentó al lugar y conversó representante de los decenas de desalojados el pasado mes de septiembre.

El viaje a la capital es con la finalidad de que se aceleren los trámites burocráticos para que el gobierno ceda unos 60 mil metros que se requieren para construir más de ciento cincuenta casas para instalar en ese asentamiento humano a los desalojados.

Se informó a este medio digital que para el asentamiento de los desalojados se barajan varios terrenos propiedad del Concejo Estatal del Azúcar (CEA), entre los que se mencionaron a La Colorada de Imbert y Muñoz.

12313854_10153631709391508_2657179455988088930_nLos desalojados han mostrado cartelones y pancartas a los cruceristas y hasta el propio presidente Danilo Medina al momento que han pasado frente al lugar donde están alojados de manera provisional de modo precario en grado extremo, han realizado diversas y han realizado diversas acciones para que les resuelvan su problema.

Se dio a conocer que después de ver la situación precaria en que “viven los desalojados”, el presidente Medina le habría ordenado al ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, que resolviera el problema construyéndoles viviendas a los afectados por el desalojo policial.

Los afectados están ubicados en las instalaciones de una plaza comercial que estaba cerrada desde hace años, donde no caben todos en sus instalaciones y muchos duermen a la intemperie y han tenido que soportar aguaceros torrenciales, picada de mosquitos, sol y sereno y viven en un estado de hacinamiento.