gregory-castellanos-ruanoPor Lic. Gregory Castellanos Ruano

¿De dónde sale todo el matonismo, el asesinismo y toda la crueldad que caracterizó a Jean Jacob Dessalines cuando éste ocupó esta Parte Este de la Isla en mil ochocientos cinco (1805)?

¿Se trataba de un episodio inédito por ser una expresión particular de una psiquis personal, es decir, de una personalidad psicopática, o, por el contrario, alguien influyó en esa formación asesina de Jean Jacob Dessalines?

Dessalines fue el discípulo aventajado en esas materias nada más y nada menos que de Toussaint L`Ouverture. ¡Sí, el mismo cuyo nombre lo lleva un Comité Intermedio del denominado «Partido de la Liberación Dominicano« (PLD)! Dicho Comité Intermedio «Toussaint L`Ouverture« del denominado «Partido de la Liberación Dominicano« (PLD) se encuentra en el Sector San Gerónimo de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional.

Cuando «…Napoleón Bonaparte, como primer cónsul de la metrópolis envió un ejército« (a ocupar la Parte Oeste de la Isla.GC). L`Ouverture ordenó a su comandante Dessalines que prendiera fuego a Puerto Príncipe:

«Incendia ese lugar… No olvides que no tenemos más recursos que la destrucción y las llamas… Revienta las carreteras a cañonazos; lanza cadáveres y caballos a todas las fuentes; quémalo todo, aniquílalo todo para que los que han venido a reducirnos a la esclavitud encuentren ante sus mismos ojos la imagen infernal que se merecen«.«

(Sebag Montefiore, Simon: ESCRITO EN LA HISTORIA. Cartas que cambiaron el mundo; Editorial Planeta, S.A.; 2019; páginas Nos. 65-66)

Cuando L`Ouverture ocupó esta Parte Este de la Isla en mil ochocientos uno (1801) se produjo la sangrienta y cruel ironía de que esas concepciones o modalidades de las mismas se empezaron a aplicar respecto de personas inofensivas y ajenas a la esclavitud: los desmanes de su ejército comandado por él no fueron pocos, las muertes de hombres y las violaciones de mujeres estuvieron a la orden del día, muchos se salvaron huyendo hacia los montes.

Cuando tuvo el control total de esta Parte Este decidió volver a Haití y al pasar por Santiago de Los Caballeros secretamente le ordenó a su Comandante en dicha población y quien era su sobrino, el General Moyse, que degollara a todos los hombres de raza blanca de Santiago de Los Caballeros… Como si éstos hubiesen sido los culpables de la esclavitud existente previa a la rebelión de los negros en la Parte Oeste de la Isla… Moyse no ejecutó dicha orden, pero enterado de ello Toussaint durante su trayecto hacia Haití ordenó que fusilaran a dicho sobrino suyo y que lo hicieran disparándole con un cañón, lo cual se ejecutó literalmente. Dicho método de fusilamiento lo vimos relativamente reciente, esto es, hace apenas unos pocos años atrás, en Corea del Norte con el psicopático Kim Jong Un, quien ordenó fusilar de esa manera a su suegro, el cual ostentaba el cargo de Ministro de Defensa de dicho régimen norcoreano.

No obstante la citada forma de pensar de Toussaint L`Ouverture y todos esos episodios de violencia asesina y de ultrajes a los pobladores de esta Parte Este de la Isla encabezados por Toussaint L`Ouverture en mil ochocientos uno (1801), Juan Bosch escribe loas cuasi divinizando a este asesino y genocida.

Dicha cuasi divinización aparece en el prólogo del libro “Haití Radiografía de una Dictadura”,  cuyo autor es Gerard Pierre Charles.

En dicho penoso prólogo Bosch, entre otras cosas, dice:

“El pueblo de Haití tiene en su haber una revolución fenomenal, la más compleja que se ha hecho en la Edad Moderna; la única que fue a un mismo tiempo una guerra social, de esclavos contra amos; una guerra racial, de negros contra blancos y mulatos; una guerra civil, de negros y mulatos del norte y del oeste contra mulatos y negros del sur; una guerra internacional, contra españoles e ingleses, y una guerra de independencia, de Colonia contra metrópoli. Esa guerra de tantos aspectos no hubiera podido hacerse sin la dirección de grandes líderes y el respaldo decidido de las masas; y Haití dio ambas cosas”.

“Las masas siguen a sus líderes cuando estos tienen una actitud consecuente con las necesidades y los deseos de aquellas, de manera que lo que debe llamar nuestra atención en la historia de la revolución haitiana 1791- 1803,  son los líderes”.

“¿Cómo es posible que Haití produjera en el siglo XVIII líderes tan extraordinarios como Toussaint Louverture, uno de los tres genios políticos que ha dado América; como Dessalines, Christophe, Petion? Excepto el último, los demás eran negros puros, esclavos o libertos, y de esos esclavos o nacidos esclavos solo uno sabía leer y escribir cuando comenzó la revolución; y esto quiere decir que las condiciones naturales de esos hombres se sobrepusieron a su estado de ignorancia; superaron el nivel de sus conocimientos, de manera que tienen una categoría singular en la historia americana. Cualquier analfabeto puede ser un héroe si tiene coraje, pero no es fácil que un analfabeto resulte ser un héroe y a la vez un gran líder de masas y, como en el caso de Louverture, un político excepcional”.

“La raíz de ese fenómeno está en las condiciones del pueblo, pues las grandes figuras históricas representan lo mejor, y a veces lo peor de sus pueblos; han recogido de ellos todas sus esencias. El pueblo que dio un Toussaint Louverture es un pueblo extraordinario”.

En los casos de Toussaint L`Ouverture, de Dessalines y de Cristophe éstos recogen lo peor de las esencias del pueblo haitiano. En el caso de los dos primeros así lo revelan claramente sus actuaciones en esta Parte Este de la Isla donde se cebaron sobre personas inocentes cuyo pecado era el de ser blancos o mestizos claros.

Estos tres asesinos, verdaderos genocidas en el sentido literal de la palabra, para Juan Bosch eran seres «excepcionales«, «héroes«, «extraordinarios«… Toda una verdadera deformación de la Historia.

Semejante deformación debe concitar la atención de quienes leen la Historia Nacional de la República Dominicana para que se den cuenta que esas expresiones de Juan Bosch forman parte de la raíz profunda de la deformación y de la manipulación de la Historia que él practicó y que sentó la base para la extinción del Estado dominicano en curso a consecuencia de la actual ocupación continua y sucesiva del territorio dominicano por los haitianos.

En cuanto a Petión, gracias a la ayuda que éste le proporcionó a Bolívar éste y sus seguidores se hicieron los desentendidos cuando José Núñez de Cáceres proclamó la Independencia de esta Parte Este de la Isla y ello fue la plataforma para el General haitiano Boyer aplastar esa independencia dominicana y engullirse este territorio, el cual fue ocupado militarmente durante veintidós (22) años durante los cuales trataron sistemáticamente de haitianizar a esta Nación. De esa ocupación a los dominicanos Bolívar y sus seguidores se hicieron de la vista gorda, no dijeron ni «pío«.

De manera, pues, que a la luz de la perspectiva aberrante de Juan Bosch es dable entender que poco le faltó para a otros tres (3) comités intermedios nombrarlos respectivamente «Comité Intermedio Jean Jacob Dessalines«, « Comité Intermedio Henri Cristophe« y « Comité Intermedio Alexandre Petión«.  ¿Qué lo detendría en su morbidez? ¿Acaso que se vería claramente que realmente el nuevo partido político que el fundó no era ni por asomo «el continuador de la obra de Juan Pablo Duarte« como él lo mal calificó en un acto público en un hotel de la capital dominicana, el Lina, y que el nombre de «Partido «de la Liberación Dominicana«« era incorrecto?

Por Lic. Gregory Castellanos Ruano