PUERTO PLATA.-El destino de la República Dominicana hubiese sido distinto de haber logrado Cristóbal Colón su propósito de asentarse en Puerto Plata, presumió a modo de inferencia el historiado Manuel A. García Arévalo.
García Arévalo dijo que la estratégica posición de Puerto Plata les habría permitido a las autoridades coloniales ejercer mejor control del ámbito insular, y no hubieran ocurrido las devastaciones que a principios del siglo XVII asolaron los poblados establecidos en la Banda Norte y el oeste de la Españolan con sus trágicas repercusiones socioeconómicas y políticas.
El intelectual formuló dichos planteamiento durante la presentación de su ponencia “El propósito de Colón de asentar la Isabela en Puerto Plata y las implicaciones geopolíticas que pudo haber tenido” en el Seminario Historia Local organizado por la Academia Dominicana de la Historia, realizado el sábado pasado en la Casa de la Cultura de Puerto Plata.
Puntualizó que de ese modo se habría preservado la integridad territorial, evitando la penetración francesa en la parte occidental, y por tanto la isla no se hubiese escindido en dos colonias distintas bajo los respectivos dominios de España y Francia.
El destacado intelectual dominicano indicó que la actual República Dominicana, al separarse de la dominación española, habría ocupado toda la isla, que hubiera permanecido indivisa des los tiempo del descubrimiento de América.
Expresó que muy diferentes hubieran sido las posibilidades urbanísticas del primer poblado colombino de haberse establecido los españoles al pie del Monte de Plata, hoy conocido como Isabel de Torres, con su espléndida bahía en forma de herradura y sus tierras, “las mejores y más lindas del mundo, todas campiñas altas y hermosas, como las llamó el propio Colón.
Recordó que tres años después, en 1499, Cristóbal Colón, con su hermano Bartolomé, volvió a reconocer ese lugar con la idea de trazar un poblado. Sin embargo, señaló, fue el gobernador Nicolás de Ovando, en el marco de su activa política fundacional, quien decidió, en 1502, establecer allí la Villa de Puerto Plata, en la costa norte de la Española, con el propósito de mejorar desde este punto septentrional la comunicación de ida y vuelta con España a través del Atlántico.
La importancia de construir la Primera Villa en Puerto Plata se puso de relieve, sobre todo, después de la terrible experiencia del hundimiento de la flota que sucumbió en la costa oriental de la isla, en 1501, ante el embate de un devastador huracán cuando transportaba al gobernador Frncisco de Bobadilla que viajaba de regreso a España.