Por Manuel Gilbert

Parte II
El destino Puerto Plata como los demás lugares turísticos del mundo en sus inicios se movió de manera continua sobre la misma base constante, atrayendo primeros a los vacacionistas alocéntricos y luego a los psicocéntricos.
Los primeros que descubrieron este centro vacacional fueron unos pocos turistas alocéntricos que llegaron de Europa en buques de cargas o en embarcaciones de recreo y deportivas desde Miami, Estados Unidos.
Esos escasos viajeros con un gran poder adquisitivo o de compras fueron los primeros en conocer y disfrutar la grata sensación del descubrimiento y se sumergieron en actividades novedosas mientras éstas su sentido de naturalidad.
En la medida que esos turistas alicéntricos les platicaron a sus familiares y amigos respecto a sus vacaciones recientes en el litoral que luego fue llamado Costa de Ambar, este excepcional punto de recreo se convirtió en un sitio de moda.
Este lugar por sus múltiples atractivos fue declarado por el decreto 2125 del 3 de abril de 1972 como Zona Prioritaria con fines turísticos el denominado “Polo de Puerto Plata o Costa de Ambar, el cual fue dotado de las infraestructuras necesarias para su desarrollo.
Los primeros grupos de turistas alocéntricos norteamericanos y canadienses, que fueron los pioneros, que arribaron a este espacio maravilloso, con su promoción de boca en boca transformaron este destino en un “sitio de moda”.
La promoción boca a boca seguida por una tímida propaganda realizada por el Estado a través de la secretaría de Turismo ayudó a crear un mercado que poco a poco se fue expandiendo y este sitio de recreo comenzó a ser visitado por viajeros casi alocéntricos.
Éstos no fueron los descubridores del destino Puerto Plata, pero les siguieron muy de cerca y su incremento en la cantidad de visitantes condujo a la creación del hotel Jack Tar Village y las demás propiedades hoteleras que se erigieron dentro y fuera de Playa Dorada.
También se crearon restaurantes y otros servicios turísticos propios de las áreas vacacionales y así este sitio turístico empezó a moverse a lo largo de un patrón de la escala psicográfica en términos del tipo de viajeros que atrajeron.