INSOMNIORamiro Francisco

La explosión del caso Odebrecht es comienzo de insomnio extremo en mandatarios, ex gobernantes, funcionarios y otros que ya no lo son, en diferentes países de nuestra América.

Políticos que ya no están a bordo del tren y otros que sí lo están, padecen de esta enfermedad que de no ser tratada a tiempo, el paciente puede alcanzar estados de paranoia y hasta locura.

Personas que no les hace falta-cree uno- el dinero siguen realizando actos bochornosos al apropiarse de los recursos puestos bajo su responsabilidad o al recibir coímas, “un por arriba”, soborno, cohecho, para permitir adulteramiento de nóminas, contratos, proyectos y todo cuanto les reporte alguna ganancia extra.

De esa manera están en el mundo de las risas falsas, fiestas, francachelas, viajes, parrandas, buenas bebidas, cigarros de ultra marca, chicos y chicas, mundo en el que sus fotos las vemos un par de veces a la semana en revistas y periódicos.

En los llamados programas de opinión “objetivos” a esos dones se les califica de “salvadores, patriotas y líderes”.

Si por la razón que fuere, ocurre el “brete-brete y explota la bomba”, alguien ofrece datos y “coopera con la justicia”, para esos “filántropos” se inicia su calvario o “viernes Dolores.

Los que antes exhibían perennes sonrisas, se muestran pensativos, no quieren injerir alimentos, Le tiemblan las manos al encender el cigarro y se muestran irritables y nerviosos.

Mas “chivos” que un Chivo. Se acuestan tarde “para hacer un solo sueño” pero no logran hacerlo al pensar en lo que viene… y pasan la noche pensando, como la hermosa canción que disfrutamos en la voz de José Feliciano.

Odebrecht sin querer, ha ayudado a despertar conciencia ciudadana en muchos países de Latinoamérica.

En naciones cuyas instituciones son relativamente fuertes con un sistema de justicia independiente de los otros poderes del Estado, han caído presidentes y ex presidentes, ministros, funcionarios…y los que faltan!

En otros como el nuestro, hay mucho teatro y circo con la serie “caiga quien caiga”

Con todo, hay quienes no pueden dormir aunque toman los mejores somníferos indicados por los más calificados profesionales de la medicina. Posiblemente, un “Zaglul” de nuestros días narre dentro de algunos años sin mencionar nombres, la experiencia que hoy vive con esos pacientes.

Tal vez, solo puedan dormir en la cárcel luego de una sentencia definitiva.

ramiro_francisco@yahoo.com