PUERTO PLATA.-Los puertoplateños y los cientos de dominicanos que han asistido a la exaltación de Pedro Martínez, de David Ortiz y Vladimir Guerrero han sido los que más han sobresalido por la alegría, el entusiasmo y el orgullo patrio que inflamó cada corazón dominicano presente en icónico espacio.

Por su algarabía sin parangón los dominicanos se han llevado la palma en dichos ceremoniales y si se creará en Cooperstow una sala de la alegría para llevar a los países representados por las fanaticadas del béisbol supremo más entusiasta, el primer nicho y la primera placa serían para el pueblo dominicano, con una mención especial para Puerto Plata.

Se desconoce si a la exaltación de Juan Marichal el 31 de julio de 1983, asistieron muchos dominicanos ni la intensidad su apasionamiento, por lo que no contamos con los elementos de pruebas que nos permitan medir su algarabía.

Pero en los casos de Pedro Martínez, Vladimir Guerrero y David Ortiz, los más recientes quisqueyanos llevados al pedestal más alto de la Gran Carpa, el entusiasmo exhibido fue exultante, por todo lo alto.

Fue, Sin quizás, el ceremonial más emotivo y extraordinario desde que fueran convertidos en 1936 en los primeros miembros del Hall of Fame, Ty Cobb, Babe Ruth, Honda Wagner, Christy Mathewson y Walter Johnson.

La grandeza del ceremonial y la grandeza de promoción de Pedro Martínez, también más extraordinario, con el respeto al ceremonial de 1973 en él se inmortalizó a Roberto Clemente, primer latino que traspuso la puerta de acceso a Cooperstown.

Todo lo dicho precedentemente sobre cuál fue el más sensacional de los ceremoniales de exaltación de Pedro Martínez, Vladimir Guerrero y David Ortiz fue confirmado y avalado durante el conservatorio sostenido el 15 de enero del año 2023 por Jesús Burgos, Arturo Burgos, JuannSantiago Wells (Papi), Juan José Morrobel y el autor de esta crónica.

No cabe duda que cada uno de los actos de los tres ceremoniales de exaltación del superbo lanzador Pedro Martínez, el jugador de los jardines, Vladimir Guerrero y del bateador designado y primera base, David Ortiz, fueron muy concurridos y entusiastas, el de Pedro Martínez se llevó la diadema y la palma.