Por: LEONEL MARTÍNEZ
Los discursos como piezas de retórica recuerdan la opinión del filósofo griego Gorgias (485-380 a.C), para quien la oratoria no era más que, “el arte del engaño legítimo”. Es decir, la maestría para convertir una mentira en auténtica verdad. Gorgías dominó a cabalidad la elocuencia y llegó a expresar que, “Soy capaz de pronunciar un discurso a favor y otro en contra sobre la misma persona en el mismo escenario”.
Para él la palabra, “ese pequeño y diminuto cuerpo, puede provocar la risa y el llanto, dependiendo de quien la use. Decía que algunas personas hacían mesas, sillas, casas y otros objetos. Pero que su especialidad era hacer discursos. Tener el pleno dominio para “transformar una montaña de mentiras en una cordillera de verdades”.
Miles de años después, nuestro pueblo, pese a que no conoce mucho de filosofía expresa con frase sabia, “el papel aguanta to´. O como manifestara mi hijo más pequeño al finalizar el famoso discurso del lunes 27 de febrero: “papi, eso e´ pura cotorra”. Lo miré con una sonrisa escondida pero él también reía y agregó, “si fuera Pinocho su nariz estuviera larga, muy larga”. -¡Mira muchacho! Le dije muerto de risa.
Pienso que ya hasta los adolescentes se dan cuenta de los cuentos de los políticos, pues en sus redes circulan decenas de chistes en que los protagonistas son funcionarios, senadores y alcaldes. Incluso basta con escuchar su música para descubrir cómo en muchos ritmos de calle se denuncian los actos de corrupción de los políticos. Ahora resulta más difícil engañar a la juventud con palabras perfumadas. En este mundo de redes sociales se aprecia sin mucho esfuerzo la verdad de las mentiras.
Gorgias era un maestro en su arte de hablar mentira vestida de verdad. Para imitarlo se debe tener cuidado. Por ejemplo, si usted presenta unos números reales en que se demuestra que somos el país de mayor crecimiento de la región y minutos después se anuncia un plan para acabar con los pisos de tierra, entonces surge la pregunta, ¿pero cómo es posible que un partido que tiene 16 años ininterrumpidos en el poder esté informando en el año de 2017 un programa para lograr esa meta? Somos una Meca del progreso y todavía existen millares de hogares con pisos de tierra. ¡Caramba!
Es evidente que el discurso fue excelente, convincente, muestra un país camino al paraíso. Presenta a una autoridad sacrificada por el combate a la corrupción y la impunidad. Me sentí orgulloso de quienes aplaudían, sobre todo porque allí estaban algunos de los que tomaron el dinero del soborno de la Odebrecht.
Solo falta que el próximo 27 de febrero del 2018, estén en el mismo salón aplaudiendo de nuevo, satisfecho de las palabras de quien dijo, “caiga quien caiga”, “no tener vacas sagradas” y que se “aplicará la ley hasta las últimas consecuencias”. Después de todo, estas fueron las mentiras de la verdad o la verdad de las mentiras, depende de si al derecho o al revés, como usted lo quiera coger.