patrona_14841505_20200923182002Desde la tarde de este miércoles la parroquia Santuario Nuestra Señora de Las Mercedes, en la comunidad Santo Cerro de la provincia La Vega, es visitada por cientos de personas de diferentes partes del país para venerar a la patrona de República Dominicana.

Al frente, y como parte de la tradición, se ofrecen los roquetes y hojaldres, comestibles que son tan tradicionales como la procesión al Santo Cerro.

Hace ocho años, el Ministerio de Turismo y la Diócesis de La Vega inauguraron en el Santo Cerro La Ruta de la Fe, que integra al Museo Sacro de La Vega, el asfaltado de la vía que conduce a la parroquia Santuario y rampas que dan acceso a la cima de la montaña. También una enorme escultura nombrada Monumento a La Luz del Mundo, con un rosario y cruz de 13 metros.

Datos históricos dan cuenta de que la Virgen de la Merced es una advocación mariana que se remonta a la fundación de la orden religiosa de los mercedarios San Pedro Nolasco en el año 1218, en la ciudad de Barcelona, España.

La virgen es actualmente la patrona de la Diócesis de Barcelona; pero además se le rinde honores en Italia, Francia, Venezuela, Perú y el país.

El templo

Cada 24 de septiembre la veneración de La Mercedes atrae multitudes al limitado espacio del Cerro. Según estudiosos de la historia, los orígenes de la iglesia se remontan al año 1495, cuando Cristóbal Colón construyó el fuerte de la Concepción de La Vega, con el objetivo de cuidar la ruta a los depósitos de oro en el interior del valle del Cibao.

Y allí, en una pequeña ermita elevada en la misma área donde hoy surge la parroquia Santuario del Santo Cerro, fue celebrada la primera eucaristía el 6 de noviembre del mismo año 1495, así como los primeros bautizos de indígenas taínos que marcaron el inicio del catolicismo en estas tierras.

Además, alrededor de la fortaleza y su pequeña iglesia surgió un poblado español con el nombre de Concepción de La Vega. Después del 1508, cuando se encontraron grandes cantidades de oro en sus inmediaciones, se convirtió en la primera ciudad próspera de las Américas. La Vega Vieja fue destruida y sepultada por un terremoto en 1562. Los sobrevivientes se trasladaron a pocos kilómetros, en el lugar de la actual ciudad de La Vega.

La feligresía siguió frecuentando la pequeña ermita hasta que en el año 1880 se empezó a construir el Santuario.

Diario Libre