gregory castellanosPor Lic. Gregory Castellanos Ruano

«La Cobardía pregunta:

–¿Es seguro?

La Conveniencia pregunta:

–¿Es oportuno?

Pero la Conciencia pregunta:

–¿Es justo?«

Martin Luther King

 

Hace muy poco tiempo atrás un pobre sujeto muerto de hambre incurrió en el desliz de robarse un racimo de plátano en un campo de San Juan de la Maguana con el propósito de aliviar el hambre propia y el hambre de su familia: esposa e hijos.

Aquel robo famélico acarreó que al sujeto le descerrajaran prisión preventiva, una Acusación–Solicitud de Apertura a Juicio para juicio de fondo, Auto de Apertura a Juicio y, finalmente, una condena a varios años de prisión.

Sin embargo, Miguel Alberto Surún Hernández es pasado, por el presente supuesto «Ministerio Público Independiente«, como un inocuo corderito y no se practica investigación, persecución, juicio y condena, pese a negarse, patente y desparpajadamente, a ser auditado por la Cámara de Cuentas de la República Dominicana y eso, por sí sólo, constituye una infracción penal prevista expresamente por la Ley Orgánica de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana como tal infracción penal.

No se indagan los cinco (5) inmuebles de valores millonarios que, a través de varios rotativos de circulación nacional se conoció la noticia, que compró en Higuey por más de ciento dieciséis (116) millones de pesos dominicanos. Lejos de indagar y perseguir condenación los tres flamantes miembros del supuesto «Ministerio Público Independiente« lo que hacen  –el mismo sorprendente comprador lo propala–   es socializar con el comprador de dichos cinco (5) inmuebles. Tampoco se sabe, y a dichos tres flamantes miembros del supuesto «Ministerio Público Independiente« tampoco les interesa saber, en qué ha invertido los cientos de millones pesos dominicanos que ha manejado durante sus inverosímiles administraciones al frente del Colegio de Abogados cuya imagen ha deprimido tan profundamente.

La conclusión clara a que conduce esto es a que el supuesto «Ministerio Público Independiente« se maneja con privilegios y, por ende, su Norte real no es la Justicia. Dicho supuesto «Ministerio Público Independiente« es insensible a sus deberes constitucionales y legales o, a lo menos, parece insensible a cuanto sucede en torno a él, aunque sea el propio Hamlet en persona el que salga de las páginas escritas por Shakespearre y recite literalmente frente a dichos tres supuestos «Ministerios Públicos Independientes« su célebre expresión de que «Algo huele mal en Dinamarca.«

Resulta muy cuesta arriba creer en un supuesto «Ministerio Público Independiente« que ve frente a sí los deberes que la Constitución y la Ley pone a su cargo y lo que hace es proceder a despreciar esos deberes constitucionales y legales.

Estoy plenamente seguro de que si, por el contrario, se hubiese tratado del referido pobre sujeto muerto de hambre que incurrió en el desliz de robarse un racimo de plátano en un campo de San Juan de la Maguana con el propósito de aliviar el hambre propia y el hambre de su familia: esposa e hijos, esos tres supuestos «Ministerios Públicos Independientes« hubiesen actuado contra dicho pobre infeliz con una súper velocidad que se la hubiesen envidiado Superman y Flash.