victoryManuel Gilbert

PUERTO PLATA.-A medida que se acerca el 6 de octubre, fecha de llegada del buque “Victory”, primer crucero que atracará en la terminal de cruceros Amber Cove de Maimón, la esperanza de desarrollo de los puertoplateños aumenta y crece la incertidumbre que engendra una eventual monopolio.

Paralelamente a esa inmensa esperanza de progreso un sentimiento de duda e incertidumbre se ha adueñado en la mente de la ciudadanía por la actitud de acaparamiento de los negocios que se les atribuye a los ejecutivos de Carnival y Báez y Rannik.

Por un lado, un ejecutivo de Báez y Rannik, socia de Carnival en la operación de la terminal crucerista, ha dicho que generarán unos 400 empleos directos, 100 de los cuales trabajarán directamente con las referidas empresas y los restantes 300 empleos los generarán los negocios que operarán allí.

Y en el ángulo opuesto, se dice que los cruceritas solo serán llevados a negocios controlados por dichas empresas y a aquellos que sean certificados por las mismas, por lo que los establecimientos comerciales que no funcionen dentro de esos parámetros se quedarán oliendo donde guisan.

En medio de ese debate de opiniones encontradas, el pueblo de Puerto Plata espera la llegada del “Victory” para comprobar en la práctica la certeza o no del mar de especulaciones que se ha venido tejiendo en torno a este tema de trascendental importancia para los puertoplateños.

Ojala que no sea cierto que la Carnival y la Báez y Rannik lo quieran acaparar todo para que los puertoplateños que han esperado tanto tiempo el retorno del turismo de cruceros puedan beneficiarse al máximo del gasto de los cruceritas que tocarán la terminal de Maimón.

Hay que advertir que sería muy peligroso para la permanencia a largo plazo del turismo crucerita que volverá a Puerto Plata que se quiera establecer un monopolio cerrado en provecho exclusivo de los magnates de Carnival y Báez y Rannik.

Si eso ocurriera, debido a la falta de empleos muchos jóvenes atrapados por el flagelo de las drogas y la pobreza se dedicarían a asaltar turistas y eso podría crear un clima de inseguridad que provocaría que los cruceritas no quieran visitar a Puerto Plata y Carnival tendría que retirarse de este centro turístico.

A los puertoplateños hay que darles oportunidad de empleos y de hacer negocios para que quieran proteger a los cruceritas que arriben por la bahía de Maimón, motivados por la perspectiva de encontrar plazas de trabajo o poder instalar algún tipo de negocio.

Les recordamos a los ejecutivos de Carnival y Báez y Rannik  como dice Baltasar Gracian en “El Arte de la Prudencia que “es más importante no errar ni una vez que acertar cien veces, que no deben convertirse en monstruos de la estupidez y que no es prudente salir a buscar males, pero sí lo es salirles al encuentro para vencerlos”.

¡La advertencia esta hecha! ¡Quiera Dios que “guerra avisada, no mate soldados”!