Además de habilitar al presidente Danilo Medina para que pueda repostularse, entre los puntos que se barajan para incluir en una posible reforma constitucional está el de la eliminación del Procurador General de la República del Consejo Nacional de la Magistratura.
También la unificación de las elecciones municipales con las presidenciales y congresuales en mayo del 2020. Ambos puntos son bien vistos por sectores opositores, en especial dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
En el pacto de los 15 puntos que firmaron los miembros del Comité Político el 28 de mayo de 2015 el segundo punto estableció hacer otra reforma constitucional para plasmar los denominados “candados” que creen un sistema más complejo para las modificaciones a la Carta Magna, mediante el la convocatorio y quórum de la Asamblea Nacional Revisora.
“Se acuerda respaldar, e iniciar oportunamente una modificación de los artículos 270, 271 y 272 de la Constitución de la República”, expresa el acuerdo.
Aunque se sobre entendió en el momento, en el primer punto se escribió agregar un artículo transitorio del cual no se especificó el contenido.
“Se acuerda impulsar la decisión del Comité Político de fecha 19 de abril, de proponer la modificación del artículo 124 de la Constitución de la República y de agregarle a la misma un artículo transitorio”, es el primer punto.
Parte de la sociedad ha criticado la presencia de un funcionario nombrado por el Poder Ejecutivo en el Consejo Nacional de la Magistratura, que convierte en dos el voto del presidente de la República. Y Diario Libre planteó en el AM del pasado lunes que la Constitución debiera permitir la creación de fiscales especiales para investigar los hechos punibles dentro del Estado.
El sector que sigue al expresidente Leonel Fernández ha desarrollado una agresiva estrategia de oposición a las intenciones de reforma a la Constitución para habilitar al presidente Danilo Medina para el 2020 para el futuro.
Sus presiones han sido por todos los medios de comunicación, protestas frente al Congreso Nacional, movimientos sociales, ruedas de prensa de sectores profesionales, motoconchistas, mítines en el monumento a los héroes en Santiago de los Caballeros y una permanente presencia en las redes sociales.
El danilismo, contrario al 2015, no ha desarrollado una campaña a favor de la reelección y todo se ha supeditado a lo que diga el presidente Danilo Medina, que mantiene en expectativas a todo el país desde el plazo fatal que se había entendido que era marzo de este año.
Salvo José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia, y el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, la reelección no ha tenido voceros.
Una pregunta que se debe hacer en estos momentos de tensión grupal en el PLD es si otro de los pactos que acordó el Comité Político el 5 de julio del 2016 se mantendrá.
Este acuerdo consiste en distribuirse la presidencia de la Cámara de Diputados entre las tendencias. Primero lo fue Lucía Medina, hermana del mandatario. Le siguió Rubén Maldonado, de la tendencia del expresidente Leonel Fernández.
Actualmente la ocupa Radhamés Camacho, hombre de confianza del presidente Danilo Medina.
Según ese acuerdo le correspondería la presidencia de la Cámara a Demóstenes Martínez, diputado del grupo de Fernández por la provincia de Santiago.
El agrietamiento de las relaciones entre los líderes del PLD pone en duda que se mantenga ese pacto.