SANTO DOMINGO.- El presidente de la Alianza por la Democracia, Max Puig, manifestó que el presidente Medina, al pronunciar su discurso de rendición de cuentas este 27 de febrero, fue muy parecido en su carácter demagógico al pronunciado en los discurso anteriores, aunque distinto en el sentido de responder al clamor popular que ha señalado a su gobierno, profundamente marcado por la corrupción y la impunidad.
“Igual que en otros años, el discurso presidencial estuvo cargado de exageraciones del lado de los logros y por las muchas bonanzas que supuestamente aportarán las nuevas promesas, o las viejas promesas reiteradas nueva vez” expesó Puig.
El presidente de la APD, informó que al darse cuenta el pueblo dominicano que el actual es uno de los gobiernos más corruptos que ha tenido, el presidente Medina quiso presentarse como un abanderado de la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Asimismo, señaló que la pretensión del presidente Medina resultó vana considerando que sus planteamientos estuvieron encaminados a encubrir la corrupción y a exculpar a los corruptos.
Manifestó su determinación de seguir adelante con la construcción de las contaminantes plantas de carbón de Punta Catalina pasándole por encima a la ley.
Consideró que al defender a rajatabla estas sobrevaluadas plantas el presidente Medina reiteró una vez más la insensibilidad ambiental que demostró tener al optar por plantas movidas por el más contaminante de los combustibles fósiles, el carbón.
Max Puig dijo que la comisión designada por el presidente Medina para evaluar la licitación de las plantas de Punta Catalina es inconstitucional, y consideró que a la misma le fue trazada una línea públicamente por el mismo presidente, señalándoles lo que espera de ella, específicamente que valide la licitación y el contrato viciado de las plantas a carbón.
Puig afirmó que Medina, aunque adujo no intervenir en asuntos judiciales, exteriorizó su apoyo expreso al inconstitucional e ilegal acuerdo que su gobierno está propiciando con la multinacional brasileña corrupta y confesa, al impulsar según adujo, la homologación de un acuerdo que premia la impunidad.
“Al eximir de responsabilidades penales a la constructora brasileña y a sus funcionarios, el presidente dominicano se coloca, a las claras, a espaldas de los intereses nacionales” expresó Puig.
“Al pretender descargar de responsabilidades a Odebrecht e insistir en la construcción de las plantas de carbón, el presidente de la República contraviene claramente la ley 340-06 que obliga a la dirección general de Compra y Contrataciones a rescindir el contrato de construcción de Punta Catalina y los demás contratos vigentes de Odebrecht, además de eliminar a esta empresa de manera definitiva como contratista del Estado” concluyó diciendo Puig.