Por Manuel GilbertPUERTO PLATA.-La puntilla de nuestro malecón fue escenario singular en la tarde casi noche de ayer lunes 2 de enero para que una impresionante multitud de personas despidieran cálidamente al “Wonder of the Seas” el crucero más grande del mundo, el cual visitó durante 10 horas el destino Puerto Plata.
Cuando la primorosa motonave propiedad de la compañía Royal Caribbean International de 362 metros de longitud, sus imponentes 18 pisos y su mole descomunal de 236,867 toneladas, al momento de penetrar fue recibida con aplausos y pitos por un grupo de menos de cien eufóricos puertoplateños.
A su arribo a la terminal marítima de la empresa mejicana ITM Group, la impresionante y majestuosa embarcación fue recibida por el director Regional Norte de Turismo, Atahualpa Paulino; la gobernadora, Claritza Rochtte y el alcalde, Roquelito García, que dieron una cordial bienvenida a nombre de Puerto Plata a los visitantes.
Como si todo el significado grandilocuente que representa la visita del “Wonder of the Seas” en la terminal de cruceros Taíno Bay para robustecer nuestro etnocentrismo y fortalecer nuestra imagen como destino turístico, ese día histórico en los anales del turismo cruceristico, recibimos otros tres cruceros, el Riviera, en Taíno Bay y otros dos en Amber Cove.La presencia de decenas de grandes autobuses y de taxis blancos en las calles del Pueblito Encantado, colapsó el tráfico vehicular, ralentizándolo mucho más que lo ordinario, provocando que la velocidad de los cientos de vehículos que circularon el lunes pasado fue menor que el famoso “paso de hicotea” y todo el mundo llegó retrasado a su destino.
Conforme a testimonios externados por taxistas y guías, los excursionistas se deleitaron en Puert Plata disfrutando de sus espectaculares atractivos de diversas naturalezas y de las atenciones atentas y cálidas que tuvieron el honor y la ventaja de atender los visitantes que trajeron las cuatro embarcaciones.
Durante el tiempo de su estadía en Puerto Plata los visitantes foráneos se percataron de que este destino turístico de ensueño, que el general Máximo Gómez llamó culto, bello y gentil, comprobaron que es superior por mucho a los demás lugares a ser visitados por ellos durante su gira de recreo.