Su voz estridente la dejó escuchar cada vez que fue necesario hacerse sentir para reclamar con insistencia admirable la solución de diversas problemáticas problemáticas que afectaban a su querida comunidad.
Hoy Todos tenemos que acompañar a su humilde. Pero respetable familia a darle el último adiós al ángel de San Marcos, donde deja un vacío difícil de llenar y su voz hace un mutis que se sentirá por siempre por la muerte de esta amazona de arma a tomar.
!Adios Adalina, que el Señor amoroso te acoja en su Santo Seno y te convierta en un ángel que desde el cielo pueda continuar siendo el guardián perpetuo en eterna vigilia y defensa de su atribulada y desconsolada comunidad, la que tanto amó y defendió sin claudicar!