Ramiro Francisco
Cuando se saque cuenta del daño que a veces de manera inconsciente se hace a la sociedad por medio de medios de comunicación, programas y escritos, saldrán a relucir la influencia de algunos géneros musicales, tal vez no por la música sino por las palabras o las letras que salen a relucir y por igual, el encadenamiento malsano, que logran las llamadas narconovelas en sociedades como la nuestra.
El pedido que hacen algunos ciudadanos a nuestros legisladores a los fines de controlar mediante leyes, la emisión de narconovelas en determinados horarios por “considerar que estimulan el consumo de drogas, ensalzan a las mafias, difunden los más brutales y horribles crímenes y fomentan la maldad en todos los sentidos, en violación a la Ley 50-88” como explica David Lorenzo, quien fuera Secretario General del SNTP.
Otros ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil en países como Ecuador, México, Venezuela y Colombia para citar algunos, optan por lo mismo debido al grave daño que dejan como lastre en jóvenes de 15 años en adelante, las narconovelas.
Karina Tiznado Armenta, periodista colombiana en su tesis doctoral sostiene que las narconovelas son “la construcción de nuevos estereotipos de mujer en la ficción televisiva… a través del retrato de una realidad social”.
El Psiquiatra José Miguel Gómez, sostiene lo siguiente ”las narco-novelas influyen, condicionan la mentalidad y el comportamiento, moldean las aspiraciones y van dando permisos sociales en la participación del mercado ilícito del dinero y del confort al menor esfuerzo” Hoy 1-9-14
No solo eso, sino que por igual, muchos de nuestros muchachos graduados pero desempleados, son presas fáciles para entrar a ese mundo de ficción en el que sobresalen las lujosas jeepetas, mansiones, fincas, yates, poder económico y hasta político, mujeres de todos los colores…y la vida fácil donde todo es posible con olor a muerte, por muy caros perfumes que se froten.
Confieso, que estos son temas poco abordados por quienes tenemos la oportunidad de escribir. ¡Pero hay que hacerlo! Sobre todo, quienes lo hacemos, no en busca de convertirnos en “youtubers” y que lo escrito aparezca con miles de likes, sino como una simple advertencia.
Como un llamado urgente a nuestros legisladores y a quienes tienen que ver con la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos, ante la degradación, deterioro y derrotero que lleva buena parte de la población joven en nuestro país.
Personas convertidas en guiñapos humanos. Jóvenes…muy jóvenes que presentan estados mentales que desgarran el corazón a cualquiera!
Es posible, que un buen número que lean este escrito, no tengan familiar alguno en esas condiciones ¡Qué bueno! No por eso, debemos tener un espíritu indiferente y de apatía hacia aquellos “malditos drogadictos y narcotraficantes” cuando permitimos que se les inculcara a entrar a ese mundo, de manera sutil.
Aún estamos a tiempo para revertir el tiempo perdido.