PUERTO PLATA.-Equipos y personal del Ministerio de Obras Públicas comenzaron muy temprano este viernes el retiro de troncos, ramas y hojas de cientos de árboles que fueron derribados el jueves por los fuertes vientos del huracán Irma a su paso por la provincia de Puerto Plata.
De esa manera, Obras Públicas vino a charle una mano a brigadas el Ayuntamiento local cumpliendo instrucciones del Alcalde Walter Musa, desde los días anteriores a la presencia de huracán Irma y tras su paso por la ciudad atlántica, se dedicaron a limpiar encaches, imbornales, calles, avenidas.
Durante la labor de limpieza y retiro de escombros y desechos sólidos los trabajadores del organismo que dirige Gonzalo Castillo, estuvieron reforzados por efectivos de la Base Aérea de Puerto Plata, que motor sierras en manos cortaron y podaron árboles que fueron arrancados de raíz o inclinados.
Durante el operativo se utilizaron gredars y camiones volteos, para recoger los restos de los árboles y transportarlos y depositarlos en el vertedero a cielo abierto de la comunidad de Maggiolo, recientemente acondicionado con recursos propios aportados por el Cabildo, en cumplimiento a una disposición del Alcalde Walter Musa.
Loa fuertes vientos del fenómeno atmosférico que azotó a Puerto Plata derribaron árboles, cuyas ramas y hojas quedaron esparcidas en todos los sectores de este destino turístico, donde árboles derribados que cayeron en plena vía, interrumpieron el tránsito desde el jueves este viernes, creando inconvenientes a los ciudadanos para trasladarse de un lugar a otro.
Trabajadores consultados informaron que las instrucciones que tienen es mantenerse trabajando hasta que dejen a las calles y avenidas de Puerto Plata libres de obstáculos para que el tránsito retorne a la normalidad y todo vuelva a ser como fuera antes del huracán Irma zarandear a la Novia del Atlántico.
En muchos sectores se vio a residentes en los mismos sacando de los patios de sus viviendas las ramas de los árboles que fueron desprendidas y tiradas al suelo por los vientos con fuerza de tormenta que hicieron bailar la música tempestuosa de su furia intimidante, que hizo temblar y llorar de miedo a cientos de atemorizados puertoplateños.