organizacion-m_15259969_20201125224313Practicar unas cinco horas de ejercicio físico a la semana puede prevenir enfermedades y evitar cinco millones de muertes anuales en el planeta, aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su nueva guía sobre actividad física, que no olvida a personas mayores y poblaciones confinadas por la pandemia.

“Incrementar la actividad física no sólo ayuda a prevenir enfermedades coronarias, diabetes tipo 2 o el cáncer, sino que también mejora la memoria y reduce síntomas de ansiedad, depresión o declive cognitivo”, destacó en la presentación de la nueva guía el director de Promoción de la Salud de la OMS, Ruediger Krech.

El documento, que por primera vez incluye también recomendaciones específicas a mujeres embarazadas o en periodo postparto, así como para personas con dolencias crónicas y discapacitados, también recomienda sustituir en la mayor medida de lo posible actividades sedentarias por ejercicio físico.

La inactividad física, subrayó Krech en rueda de prensa, “tiene un alto coste económico para la sociedad”, que ronda los 54,000 millones de dólares por cuidados sanitarios más 14,000 millones de dólares derivados de la pérdida de productividad.

Combate al sedentarismo de la pandemia

La OMS suele emitir cada año este tipo de recomendaciones, pero en 2020 año llegan en un momento especial, después de que cientos de millones de personas hayan tenido que pasar forzosamente largos periodos en sus casas, reduciendo con ello su actividad física, debido a los confinamientos derivados de la pandemia de COVID-19.

“Urgimos a todo el mundo a que continúen siendo activos durante esta crisis sanitaria, pues de lo contrario corremos el riesgo de crear otra pandemia, ésta resultado de un comportamiento sanitario”, aseguró Krech, quien alertó que uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no hacen la suficiente actividad física.

La doctora Fiona Bull, jefa de la Unidad de Actividad Física en la OMS y coordinadora de las recomendaciones de este año, pidió que en tiempos de confinamiento la población “encuentre maneras innovadoras de mantenerse activo en sus casas, en sus jardines, usando las escaleras, o los muebles como material de gimnasio”.

Los que puedan, añadió, pueden ayudarse de material en internet para hacer ejercicio en casa, o conectarse con amigos y familiares para practicar juntos.

La guía recomienda entre 150 y 300 minutos semanales de ejercicio moderado (o entre 75 y 150 minutos de ejercicio intenso) para los mayores de 18 años, incluyendo personas de la tercera edad, personas discapacitadas y con enfermedades crónicas.

También aconseja a todos estos grupos que durante al menos dos días de la semana se realizan actividades de fortalecimiento muscular que afecten a más de una parte del cuerpo, y a los más mayores les recomienda además tres días semanales de actividad que ayude a fortalecer el equilibrio, la coordinación y la fuerza, con el fin de prevenir caídas.

Una hora al día para niños y jóvenes

Para niños y adolescentes de entre cinco y 17 años (también aquellos con discapacidades) la OMS recomienda al menos una hora diaria de ejercicio moderado, que puede complementarse con al menos tres días semanales de actividad intensa que ayude a fortalecer los músculos y los huesos.

La inclusión de recomendaciones a embarazadas y durante el postparto es novedosa porque, según explicaron los expertos, con anterioridad hubo preocupaciones sobre si la actividades físicas podían ser perjudiciales para estas mujeres, aunque los estudios han concluido finalmente que sí benefician a la madre y el bebé.

Por ello, la OMS recomienda al menos dos horas y media de ejercicio físico semanal a estas mujeres, a las que se puede añadir actividades de fortalecimiento muscular y estiramientos, intentando reducir, como en los grupos anteriores, el tiempo de actividades sedentarias como estar sentados.

La OMS no entra en excesivos detalles a la hora de señalar qué tipo de actividad física debe realizarse, aunque subraya que puede abarcar desde nuestro modo de transporte (andar, patinar, ir en bicicleta) hasta actividades como el baile, los juegos, o actividades domésticas tales como la jardinería o la limpieza.

“La actividad física de cualquier tipo y duración puede ayudar la salud y el bienestar, pero cuanto más mejor”, resumió Krech, quien afirmó que “si en la escuela o el trabajo estamos obligados a pasar largo tiempo sentados, hay que compensarlo con más ejercicio para compensar los efectos negativos del sedentarismo”.

La OMS anima a los gobiernos a adoptar estas recomendaciones a la hora de elaborar políticas nacionales de salud, con el fin de llevar a buen término el plan de acción global del organismo aprobado en 2018 y que busca reducir la inactividad física global un 15 % antes de 2030.

“Con voluntad política, inversión en la promoción de la salud y concienciación de todos los grupos de edad para que se muevan más, podemos reducir las enfermedades que acortan nuestras vidas”, aseguró Krech.

“Ser físicamente activo es crítico para la salud y el bienestar. Puede añadir años a nuestra vida, y vida a nuestros años”, señaló al presentarse la nueva guía el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

“Cada gesto cuenta, especialmente ahora que lidiamos con las limitaciones de la pandemia de COVID-19. Tenemos que movernos cada día, de forma segura y creativa”, concluyó el etíope.