Las conquistas sociales no se obtienen fáciles. A veces, las luchas duran mucho tiempo. Dejan pérdidas sensibles y valiosas en todos los sectores o bandos involucrados, incluyendo hasta vidas humanas.
Se emplean todas las armas que se puedan. Lícitas e ilícitas. Conocidas o estrenadas durante la lucha. Las batallas se dan a campo abierto o mediante guerra de guerrillas. Las emboscadas, trampas, desinformaciones, infiltrar las líneas enemigas para conocer de sus planes…también es válido.
Los desertores de ambos bandos se multiplican y crecen las incertidumbres, las noticias falsas, leche buena en vasos sucios, y leche envenenada en vasos limpios y relucientes.
Por lo tanto, hay episodios en la guerra, donde se deben tomar precauciones extremas y tener muy en cuenta hacia donde se apunta el arma para que el disparo sea certero y mortal.
Mientras los “generales y altos rangos” se ponen de acuerdo, los soldados no pueden estar descansando en las barracas, en juego de barajas o en asadera de carne en las fogatas.
En este Abril de mis amores y de guerras patrias, en estas páginas gloriosas (viejo son de Los Ahijados) que en la actualidad vivimos en Puerto Plata, es menester continuar la lucha por lo que uno considera correcto, ético y ajustado a la ley.
Recordar eso sí, que no todo lo que usted considera bueno, sano y correcto será igual para todos. Es SU visión. Otros pueden tener visiones diferentes a la suya.
Si lo que se busca hoy referente al lugar para el nuevo relleno sanitario, se hubiera consensuado sin prisa, sin misterios, con transparencia entre los mismos actores y otros que faltan, la premier o estreno de la “película” la estuviéramos viendo cómodos y seguros en disfrute de algunas palomitas de maíz.