Por Manuel Gilbert

Tercera parte
Al hacerse más popular el destino Puerto Plata, la categoría de los turistas medio alocéntricos comenzaron a interesarse más por este enclave turístico que en el año 2000 alcanzó su mayor apogeo recibiendo un total de 745,236 de viajeros extranjeros por vía aérea.
Cabe remarcar que el incremento de la cantidad de viajeros es determinante para se construyan más hoteles, tiendas de regalos y otras curiosidades turísticos y los demás servicios acostumbrados en un área turística madura, que ya tenia 10 años operando.
En los últimos 26 años por el Aeropuerto Internacional general Gregorio Luperón llegaron 12,383,036 turistas extranjeros, que representan un promedio de 476,278 vacacionistas por año.
Ese anémico promedio anual del flujo turístico hacía Puerto Plata es lo que explica la razón por la que más de un 60 por ciento de sus habitaciones hoteleras han cerrado o han pasado a ser operada bajo la modalidad de turismo inmobiliario.
Debido a esa caída sustancial del flujo turístico en Puerto Plata no se están construyendo nuevos hoteles, porque los inversionistas prefieren establecer en el Este donde la velocidad de su inversión se produce más rápido.
Y parece ser que esa tendencia a no invertir en construcción de hoteles y ofertas complementaria continuará incrementándose, si se toma en cuenta que mientras el ministro de Turismo, David Collado se ufana destacando el establecimiento de marcas mensuales en el flujo turístico, Puerto Plata continúa desgranándose.
Para comprobar el desbarajuste que sufre el Pueblito Encantado de Juan Lockward, basta echarle un vistazo al descenso abrupto que ha sufrido este destino en la llegada de turistas por vía aérea, ya que el 2019 arribaron 389,706; en el 2020 totalizó apenas 150,575 y en 2021 tuvo otro pírrico acumulado de 159,983.
Y podríamos caer más en la medida que surjan nuevos destinos en el país y otros se fortalezcan, en base a una oferta hotelera de última generación, no cometiendo los errores garrafales que se cometieron en Puerto Plata, que después de recibir un 33 por ciento del total de los turistas que visitaban a República Dominicana, hemos caído a un plano casi insostenible.
Los 159,983 turistas aéreos del 2021 en relación a los 745,236 del año 2000, representan una caída sensible, que representa un golpe demoledor, difícil de revertir en medio de la nueva realidad que envuelve el turismo nacional