Por Santiago Lozano ADOMPRETUR
La explosión de entusiasmo colectivo que provocó la primera embarcación llegada por el puerto de Maimón era de esperarse, porque la angustia que padecimos desde que ese tipo de cruceros se alejaron de nuestra zona dejaron una especie de amargura y sinsabores que todavía nos marcan la calidad de vida que en otrora vivimos. Una especie de opulencia que no supimos valorar y que por no tener experiencia fuimos cometiendo desaciertos que provocaron el deterioro que hoy debemos corregir para evitar los errores del pasado.
Que es lo que pretendemos indicar, que con la llegada del Victory de la Compañía Carnival Cruise Line, no debemos emborracharnos con una euforia desmesurada y que la avaricia no nos ciegue pensando que desde ya debemos acumular riquezas y que determinados grupos quieran monopolizar la explotación de tan esperada actividad, que debe ser disfrutada con mucha equidad por los sectores que están llamados a brindar sus servicios con esmero y sin las desacreditadas comisiones que tanto daños les hicieron a esta actividad económica.
Sabemos de los vínculos fraternos de muchos operadores de tours así como de taxistas que han tenido con propietarios de Tiendas de Regalos y Restaurants, pero también sabemos de los esfuerzos que han tenido que realizar muchos de esos propietarios para poner sus establecimientos a la altura de los nuevos visitantes con el propósito de lograr como es natural parte de los beneficios que genera esa actividad. Creo además que con la cantidad de cruceristas que vinieron y vendrán por el Amber Cove, si estos son bien distribuidos, mayores serán los beneficiarios.
Lo que pienso es que debe imperar por parte de los transportistas de los cruceristas un sentido de conciencia humanista, que por encima de la amistad que estos puedan tener con determinados comerciantes, prime un sentido de equidad y equilibrio al momento de distribuir a nuestros visitantes en los llamados City Tours, que tan vistosos se ven visitando los diversos lugares que existen en nuestra ciudad, pero que no los apiñen en lugares inadecuados y sin confort por la búsqueda de las susodichas comisiones.
Finalmente pienso ,que debemos fortalecer y agradecer los esfuerzos que tantas gentes ha hecho para que surgiera este relanzamiento, al que debemos defender, cuidar y sobre todas las cosas, mantener para siempre esta brillante oportunidad que de seguro marcará el desarrollo que por tantos años estuvimos esperando.
Al redactar estas notas, lo hacemos inspirado en la mejor buena fe, esperanzado en que todos entendamos que debemos actuar con toda la cautela e inteligencias necesaria, a fin de que en esta nueva apertura de cruceros que se nos presenta, la afiancemos de manera colectiva, fortaleciendo ese deseo de progreso que por tanto tiempo estuvimos luchando.