Por Lic. Gregory Castellanos Ruano
La primera mención del nombre «Puerto de Plata« ocurrió al bautizar Colón con ese nombre («Puerto de Plata«) a lo que habría de ser la actual «Puerto Plata«.
Dicho nombre («Puerto de Plata«) fue ratificado en mil quinientos dos (1502) por Nicolás de Ovando al éste fundar la Villa de «Puerto de Plata«.
No se conoce desde dicho mil quinientos dos (1502) hasta mil quinientos cincuenta y seis (1556) de que por error o por comodidad en el lenguaje o por ignorancia o por lo que fuere el nombre «Puerto de Plata« fuese alterado por «Puerto Plata«.
Es en una Real Cédula del treinta y uno (31) de Julio de mil quinientos cincuenta y seis (1556), que reposa en el Archivo General de Indias de Sevilla, que se habla por primera vez de «Puerto Plata« así, a secas, en lugar de «Puerto de Plata«; veamos:
«Real Cédula a la audiencia de la isla Española; que a S.M. se ha hecho relación que en esa isla hay tres o cuatro pueblos de indios naturales de ella que se han hallado acaso, que estaban escondidos, el uno cerca de Puerto Plata, el otro en aquella costa más adelante en una provincia que solía decir de los Çiguayos, otro en la provincia de Samaná y otro en el cabo de la isla que ese mira con Cuba que se solía llamar la Punta de Gualiaria y se dice hoy del cabo y puerto de San Nicolás; que el primero le descubrió un español que se llama Villalpando andando a buscar negros por los montes, y que llevó los indios de él por fuerza a la ciudad de la Vega y los vecinos los repartieron entre sí. Ha sido suplicado que los pueblos o indias pocos o muchos que al presente se sabe que hay en esa isla y los que se descubriesen se dejasen estar como fuesen hallados y se proveyese que nadie se entremetiese en ellos antes fuesen favorecidos y se diese orden que todos los que tuviesen los españoles de esa isla especialmente los que el dicho Villalpando desbarató de aquel pueblo, así hombres como mujeres, los que los tuviesen los dejasen ir a donde quisiesen poblar. Se manda conforme a la súplica y que encarguen a los religiosos de Santo Domingo y San Francisco de esa isla que instruyan y enseñen a los dichos indios en las cosas de la fé y procuren su buen tratamiento, y a las justicias de la isla harán que ayuden y favorezcan a los dichos indios de manera que en todo sean amparados y conservados« (1556-7-31 Valladolid (Archivo General de Indias de Sevilla))
Esta parece ser, pues, la primera deformación o abreviación conocida, en tanto cuanto registrada, del nombre «Puerto de Plata«. La obviedad del error contenido en dicha Real Cédula del treinta y uno (31) de Julio de mil quinientos cincuenta y seis (1556) resalta por la simple contrastación entre: a) todas la reales cédulas anteriores a esa; todas las reales cédulas posteriores a esa; y b) esa, dicha Real Cédula del treinta y uno (31) de Julio de mil quinientos cincuenta y seis (1556). Es decir, todas esas otras reales cédulas hablan de «Puerto de Plata« no de «Puerto Plata«.
El nombre «Puerto de Plata« aparece usado en numerosos diferentes documentos históricos, tanto oficiales como religiosos y como privados, desde el referido bautizo hecho por Colón hasta la fecha que más adelante indico. Pero igualmente aparece la deformación idiomática «Puerto Plata« también en numerosos otros documentos históricos igualmente tanto oficiales como religiosos y como privados, pero de estos los primeros comienzan a verse, sobre todo o muy esencialmente, después de la época colonial. En dicha época colonial es abrumadoramente dominante, casi total, el uso del nombre «Puerto de Plata«, pues el único documento que constituye la excepción a la regla lo es dicha Real Cédula del treinta y uno (31) de Julio de mil quinientos cincuenta y seis (1556). Después de la época colonial, sobre todo o muy esencialmente en el período republicano, ambos nombres eran usados indistintamente. Así, durante dicho período republicano el nombre «Puerto de Plata« aparece en documentos oficiales como Constituciones, leyes, decretos, reglamentos, resoluciones, etcétera; lo mismo ocurre con el nombre abreviado o deformado «Puerto Plata«.
Nunca hubo un acto oficial tendente a deliberadamente cambiar el nombre de «Puerto de Plata« a o por «Puerto Plata«, por ello pienso que el uso de la deformación o abreviatura «Puerto Plata« se produce o por error o por comodidad en el lenguaje o por ignorancia o por lo que fuere, excepto porque hubiese la intención expresa de cambiar el nombre de «Puerto de Plata« a «Puerto Plata«.
Dentro del conjunto de libros y documentos históricos que he manejado, desde mi adolescencia hasta la fecha actual, recopilando datos históricos sobre Puerto Plata, la última localización que tengo del uso del nombre «Puerto de Plata« aparece en una carta de fecha veintiuno (21) de Enero de mil ochocientos setenta y seis (1876) enviada desde su exilio en la isla de Curaçao por Buenaventura Báez a su hermano Damián Báez, la cual reproduzco a continuación de forma parcial para contraerla al aspecto de interés referido, veamos:
« Curaçao, 21 de enero de 1876
Mi querido Damián:
… De Santo Domingo dicen lo siguiente: A última hora. Ayer se notificó al encargado por la Compañía Americana del empréstito, que nada se haría. El Consejo de Ministros tomó esa determinación por la oposición que ha encontrado en uno de sus miembros Zafra, que declaró renuncia a la cartera de Hacienda si se llevaba a cabo dicho empréstito… El pueblo está agotado y cada cual comente el acontecimiento a su manera, pero el juicio de todos en general puede resumirse en estas dos palabras: ULTIMO SUSPIRO.
Otro individuo me dice: Soltaron a Quintín Díaz con promesas de darle su sueldo y lo mandan a Puerto de Plata para que vaya a coger a Luperón, Ortea estaba aquí, se fue el 13 llevándose a Quintín, no se cree que cojerán a Luperón sino que se levantará, mejor. Todo está tranquilo por el momento…«