Un total de 70 mil empleos directos y alrededor de 180 mil indirectos está generando la industria del turismo en la Republica Dominicana, manifestó el hotelero Oscar Lora.
Lora dijo que esto representa un total 250 mil empleos, lo que significa que la industria realiza un importante aporte al Producto Interno Bruto de la nación.
Expreso que el país cuenta con unas 70 mil habitaciones de hoteles, y que otras 5 mil están en construcción en diferentes destinos del país.
El hotelero manifestó que en los primeros 7 meses de este ano, el país ha recibido 3.5 millones de turistas, la mayoría procedentes de Estados Unidos con un 45%; los países Europeos con un 22%, Canadá, un 18%, mientras que el restante 15%, proviene de otras latitudes del mundo.
Lora dijo que a pesar de que estos números son positivos, y representan un promedio de ocupación de 80% en toda la Rep. Dominicana, en la Costa Norte, de haber obtenido este porcentaje de ocupación, hubiesemos recibido la cantidad de visitantes de 450 mil, sin embargo, los números están muy lejos de esa cifra.
En un análisis hecho por el reconocido experto en la industria de la hospitalidad, señala que, el destino Puerto Plata debe olvidar el tema de los volúmenes y concentrarse en la calidad de sus productos hoteleros y servicios que ofrece.
El ejecutivo aboga por la diversificación y diferenciación de los productos hoteleros de la zona. Agrego que el negocio no está en hoteles «all inclusive (todo incluido) baratos”, ya que desde hace más de diez años, no se ha logrado tener volumen.
En conclusión, el ejecutivo hotelero manifestó que el viajero actual no sale de su casa a vacacionar, sino más bien, sale de su casa a buscar y vivir «experiencias» y espera que el «proveedor de experiencia» sea capaz de aportar sensaciones, de tocar emociones, y generar estimulos de vivencias excepcionales, antes, durante, y despues de su estadia. En otras palabras, lejos de ser uno mas de lo mismo, debe convertirse en un «anfitrión recordable».
Estas experiencias deben estar acompañadas de comodidades que igualen y/o superen las comodidades que tiene y vive a diario. En otras palabras, no viaja para estar por debajo de las comodidades y estándares que tiene en su casa, ya que en definitivas, el cliente recuerda por más tiempo una «experiencia», que el precio que pagó por obtener un producto o un servicio.
Lora cierra su análisis enfatizando que «es mejor tener 30 clientes que paguen $100 USD por noche, que tener 100 clientes que paguen $30 USD por noche”.