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Cuanta distorsión, cuanta mezquindad, cuanta bajeza en la historia apócrifa y falsa escrita por un charlatán de marca mayor. El Premio que lleva el nombre de don Epifanio Lantigua, lo concebí yo, lo gesté yo durante casi tres años, le puse nombre yo y la primera propuesta de las bases de ese concurso periodístico las escribí también yo.

Qué lástima que para complacer a dos personas de conducta escamoteadoras y deleznables, que han sido capaces de negarme el mérito de echar la zapata de este galardón, por razones canallescas las distintas Juntas Directivas que ha tenido la Asociación Dominicana de Prensa Turística (ADOMPRETUR) se haya permitido que dos individuos capaces de cometer la monstruosidad de escamotearme descaradamente y sin sonrojo el rol estelar y decisivo que cumplí en la creación de esos premios.

Qué lástima que Ramón Pereyra, quien fuera durante mucho tiempo el Director Corporativo de Recursos Humanos haya muerto, ya que fue a través de este que hice todas las propuestas relativas al nombre del Premio Epifanio Lantigua y pudo haber sido un testigo de excepción en la dilucidación de la auténtica paternidad compartida de este prestigioso galardón que ha permitido a ADOMPRETUR nacional durante su entrega colocarse cada año en primer plano.

Recuerdo cuando luego de asediar durante largo tiempo a Ventura Serra, principal ejecutivo de Occidental Hoteles para Méjico y República Dominicana que éste al salir del acto de entrega de una casa remodelada a uno de sus empleados en Tubagua, Yásica, me tocó mi hombro derecho por detrás y me espetó el siguiente mensaje: “Gilbert, por fin hemos decidido hacer realidad tu sueño de que se cree un premio periodístico que premie y estimule anualmente el trabajo de los cronistas turístico del país, respaldado por la cadena hotelera española Occidental Hoteles».

Y pocos días después recibí una llamada telefónica del señor Ramón Pereyra a través de su secretaria, para que subiera a su oficina en el hotel Flamenco, llamado luego Barceló y en la actualidad Sunscape, a donde me dirigí con el periodista Hugo Gómez Guzmán, sosteniendo el primero de varios encuentros, durante los cuales discutimos todo lo relativo al nombre que debía dársele al Premio.

Sugiriéndole en la segunda reunión al coronel Pereyma, como le llamábamos por haber ostentado ese rango en la Marina de Guerra, hoy Armada Dominicana, el nombre de don Luís Pelegrín, por haber sido el pionero del turismo en Puerto Plata y la Costa Norte y por haber sido un destacado radiodifusor, ya que fue el propietario de la estación radial La Voz de la Libertad fundada en 1938, pero me vino a la mente el nombre del desaparecido a destiempo colega Epifanio Lantigua y yo, y nadie más, descarté los aportes de Pelegrín al turismo y a la radiodifusión, pero al final escogí a don Epifanio Lantigua, para que se le diera su nombre al Premio Periodístico propuesto por mí a Ventura Serra, que no conoció a ninguna de las dos personalidades cuyos nombres propuse y barajé con Pereyra y el colega Hugo Gómez Guzmán, incorporado recientemente a ADOMPRETUR Puerto Plata..

Me decidí por Epifanio Lantigua, porque éste había sido, sin lugar a duda, el cronista turístico más sobresaliente desde que se puso en servicio el hotel Jack Tar Village en 1980, primera propiedad hotelera que operó en el complejo turístico de Playa Dorada, el cual operaba la empresa Inversiones Nuevo Mundo.

Luego de todos esos aportes decisivos producto de mi empeño y tenacidad, apareció en escena Manuel Quiterio Cedeño, que unió su ruindad a la de Ventura Serra para despojarme de la paternidad del Premio Epifanio Lantigua, el cual, reiteró, concebí, gesté y cree la zapata sobre la cual Ventura Serra edificó esta premiación que primero fue local y luego, cuando Occidental Hoteles percibió que el destino Puerto Plata iba en picada, vendió sus propiedades a Allegro Resort, que capitaneaban Alberto del Pino y Benny Guevara, secundados por un gran equipo. Esa es la verdad monda y lironda.

Fue, precisamente, por el escamoteo bandidesco de que fui ohjeto por parte de Ventura Serra y Manuel Quiterio Cedeño, que galvanizaron una alianza perversa y malvada, para sustraer la paternidad de la más importante premiación del sector turístico del país, que tomé la decisión de no asistir jamás a la ceremonia del Premio Epifanio Lantigua. Posición que adopté hace dos años y la mantendré mientras sea víctima de un escarnio monstruoso y desalmado..

En la ceremonia de entrega de este valioso premio, nunca se me ha dado el sitial que merezco, ya que los siniestros personajes mencionados y los dirigentes de ADOMPRETUR me han ignorado y ninguneado, haciéndome invisible, porque siempre me trataron como uno más del montón, cuando, es bueno que lo sepa el país entero, sin mis iniciativas y mis esfuerzos por tres años consecutivos el Premio Epifanio Lantigua no se hubiera creado.

Finalmente, quiero proponer a la Junta Directiva actual de ADOMPRETUR que organice un conversatorio e invite a Ventura Serra y a Manuel Quiterio Cedeño, a Hugo Gómez Guzmán y a éste servidor para que discutamos, quien dice la verdad y quien está mintiendo en torno al Premio Epifanio Lantigua, para ponerle fin a la fabulación de dos farsantes, que han querido cambiar la historia de la premiación de marras.

Estamos en la mejor disposición de debatir en cualquier escenario la paternidad auténtica del galardón que lleva el nombre del ilustre periodista puertoplateño, don Epifanio Lantigua, quien fue un paradigma y una figura inspiradora de los comunicadores que luego de su retiro, nos pusimos sus botas y abrevamos en su tesonera labor a favor de la industria del ocio y la hospitalidad en Puerto Plata.

Manuel Gilbert

Secretario General de Adompretur Puerto Plata