PUERTO PLATA. La historiadora Mu-Kien Sang Ben expresó que Ulises Heureaux (Lilís) fue indiscutiblemente una de las figuras políticas más sobresalientes, polémicas y sorprendentes de la historia dominicana, que triunfó en la difícil vida política del país gracias al apoyo recibido de parte de un sector importante de la clase dominante y a sus cualidades personales.
En su texto, “Amor y desamor de Lilís en Puerto Plata”, leído por Edwin Espinal en el Seminario de Historia Local “Puerto Plata: una ventana al mundo en el siglo XIX”, la investigadora indicó que estas cualidades (inteligencia, valentía, liderazgo y capacidad de manipular para poder gobernar un país tan convulsionado) le permitieron a Heureaux vencer las hostilidades políticas y los inmensos obstáculos que se le presentaban.
“Si hurgamos un poco en la vida de esta extraordinaria figura, nos encontramos con una persona de origen humilde, de pobreza casi extrema. Pero estas limitaciones impuestas fueron superadas gracias a sus grandes cualidades”, puntualizó en el cónclave organizado por la Academia Dominicana de la Historia, en el que participaron conocidos investigadores nacionales y locales y concentró un nutrido público.
Sang Ben, quien preside la Academia Dominicana de la Historia, recordó que el dictador era hijo de Josefa Level, santomeña que había inmigrado a Puerto Plata, donde conoció a D’ Assas Heureaux, haitiano, con quien tuvo un hijo natural el 31 de octubre de 1845, el cual fue bautizado con el nombre de Hilario Level, y que años más tarde el padre reconocería bajo el nombre de Ulises Heureaux.
Aseguró que Heureaux pasó su infancia junto a madeimoselle Rose, Roselia Jean Louis, y que, al parecer los padres del niño, vista su precaria situación económica, se lo entregaron a la mujer, quien fue su protectora hasta muy avanzada su adolescencia.
Sostuvo que “la madre adoptiva, al parecer, era una persona bastante instruida, que enseñó al protegido el gusto por la lectura, así como a hablar y escribir bastante bien el francés y el inglés”.
Aseguró que, desde sus primeras actividades en la vida política nacional, Heureaux se destacó como un verdadero soldado, dispuesto siempre a cumplir con las misiones asignadas y que así lo demostró en las postrimerías de la Guerra de Restauración.
Manifestó que la destacada participación de Heureaux en esa lucha fue gratificada primero con el título de “Restaurador”, otorgado a aquellos soldados que lucharon contra el invasor, y que luego fue designado como teniente.
Diario Libre