Editorial Puerto Plata Habla

unnamedEs indignante y altamente preocupante que los proyectos que el gobierno del presidente Danilo Medina ha estado construyendo en Puerto Plata se ejecuten porque convienen a grupos que medran a la sombra del poder, mientras que las obras que realmente necesita de manera urgente esta provincia para su desarrollo, se ignoran en lo absoluto, lo que obliga a demandar un cambio inmediato de rumbo de 360 grados erradicando esas prácticas..

Entre las obras que se requieren de una manera imperiosa es oportuno mencionar las carretera Puerto Plata-Navarrete, la turística Luperón, la de Sosúa, las vías que dañaron las lluvias, la terminación del hospital Ricardo Limardo, el inicio del hospital de Sosúa, la reconstrucción de los espigones del puerto local, los cuales se están cayendo a pedazos; así como otras obras de importancia. Pero no a esas obras no se les pone un dedo.

Reclamamos al presidente Medina que abra los ojos y asuma una actitud de mayor supervisión de la forma, muchas veces alegre y caprichosa, como se invierten los recursos del Estado, ejecutando obras innecesarias y las pocas que se requieren, en la mayoría de los casos son sobrevaluadas, en detrimento de la calidad de vida de los puertoplateños.

Merced a esa práctica aquí en Puerto Plata se han amasado fortunas más grandes que la montaña Isabel de Torres o larga que la carretera Duarte, sin que los responsables envueltos en la depredación del erario público hayan sido juzgados y condenados, a pesar que sus ofensivas fortunas las exhiben a la vista de todos con descaro y desparpajo.

Señor Presidente, ya está bueno de tanto dispendio de recursos en obras que no son prioritarias y sobrevaluadas. Si el dinero se administrara con más control no hubiera que tomar tantos préstamos, colocando al país en peligro inminente de insostenibilidad fiscal, que de no pararse ya, conducirá al país a un atolladero económico como los sufridos por Venezuela y Puerto Rico.

Señor presidente, si usted quiere evitar que este pobre país continúe siendo esquilmado, si quiere evitar que su nombre y su prestigio continúen en descenso, revístase con la moral que predicó el profesor Juan Bosch y eche a los mercaderes del templo como lo hizo Jesús en su tiempo, para evitar que la casa de su Padre fuera convertida en un nido de víboras y delincuentes.

Ya es tiempo de salir de los malos colaboradores, los cuales están hundiendo la Patria cometiendo actos de corrupción cada vez más censurables y crímenes de lesa patria de una manera abierta y descarada, robando de manera rampante de los recursos del erario público, debido a la impunidad que se propicia desde el Poder Judicial, apadrinados por los Poderes Ejecutivo y Legislativo..

Con lo que se han robado los funcionarios de los últimos gobiernos que han desfilado por las distintas dependencias del Estado ya está bueno, ya es tiempo de que se frente el saqueo despiadado que llevan a cabo cientos de colaborado res suyos, enquistados en todos los estamentos de los organismos del gobierno, tanto a nivel civil como militar y policial”, subrayan.

Presidente Danilo Medina haga un arqueo a las obras que se han construido y las que están en proceso de ejecución para que compruebe que todas han sido sobrevaluadas, yendo a parar ese exceso en el costo a los bolsillos de funcionarios y contratistas, provocando que su valor se duplique y triplique, lo que determina que con el dinero que se destina para esos proyectos se pueden construir dos o tres más de su tamaño.

Ordene que se investigue lo que realmente cuestan el Parque y Anfiteatro de la Puntilla del malecón, la revitalización del Centro Histórico y el Parqueo Municipal, los cuales estaban valorados en RD$252.0 millones, el primero; RD$286.0 millones, el segundo y el tercero, RD$130.0 millones y terminarán costando RD$500.0 millones, RD$1,000.0 millones y RD$130.0, y talvez algo más la última, respectivamente, para un total de RD$1,630.0.

Si se suman los montos parciales de cada una de las tres obras mencionadas se tendría una sumatoria de RD$668.0 millones, que restados a los RD$1,630.0 que se han gastado, arroja un saldo negativo abismal de RD$962.0, diferencia muy grande que no puede merecer la atención suya, señor Presidente, porque eso que está ocurriendo aquí, está sucediendo en todo el país y eso no puede quedar sin sanción.

A pesar de todo, todavía queda una pizca de confianza y de esperanza en usted, no defraude a Puerto Plata ni al país, trace la raya de Pizarro, queme las naves y hágale saber a los corruptos de toda laya y pelaje, que en manos suyas ni honradez ni la decencia naufragarán en el mar tormentoso de la indecencia, el latrocinio y la corrupción que poco a poco se ha ido entronizando en la República Dominicana, males que usted debe detener ¡ya!.