344274519_1360931377802007_1291961241499310860_nVicente Evangelita un símbolo de la resistencia contra la ocupación militar estadounidense de 1916-1924, tanto él como sus seguidores fueron calificado por los interventores con el terminos despectivo de gavilleros, para denostarlos y desprestigiarlos.

Asimismo, para justificar la intervención del 28 de abril de 1965, los norteamericanos denunciaron al mundo que un grupo de comunistas eran los que controlaban la zona constitucionalista y con su revuelta querían establecer una nueva Cuba en América.

Eso no es nada nuevo, siempre y dondequiera los rebeldes, patriotas o no son estigmatizados, para desacreditarlos para luego facilitar su aniquilamiento total, para que no puedan llevar hacia adelante su proyecto liberador y ganarles primero a nivel de opinión pública y finalmente en el campo de batalla.

Por eso, lo prometo que el poder hace con los rebeldes, con los disidentes que desvelan lo que ocurre entre bambalinas, es estigmatizarlos. Se les acusa de conspiranoicos, de desequilibrados mentales, de querer llamar la atención y así se les desprestigia y se los posterga socialmente.

344155384_1627475537770249_1864020498576138142_nLa población. plenamente condicionada tras años de intoxicación informativa, se negará a creer que pueda estar dirigida. Por lo que se aumará con agrado al ataque contra quien pretenda sacarla de su error y su estado de ensimismamiento. Ni que decir tiene que los poderosos la azuzarán convenientemente para que se lance sobre cualquiera ir ose alzar una voz contra otra verdad distinta de la oficial.

Si hace no muchos años, cuando se quería descalificar a alguien, se colgaban los sambenitos de “bolcheviques”, ”anarquistas”, o “terroristas”, ahora se opta preferentemente por “rusófilos”, “antiaemitas”, “homófonos”, “machistas” o “fascistas”. Pero la finalidad sigue siendo la misma: acabar con el que tiene ideas diferentes a las impuestas y socialmente aceptadas, asesinatos socialmente.

Lo que nunca tolerarán las élites es tolerar la menor crítica, la desavenencia. Podría crecer, extenderse el contagio revolucionario y desembocar en una revolución generalizada que las expulsara del trono. !Eso jamás! Así se dedican a doblegar la menor disidencia en cuanto la detectan.