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Por Lic. Gregory Castellanos Ruano

La Traición a la Nación marcha `en grande` y `a pasos agigantados`. La Traición a la Nación es caudalosa, la Traición a la Nación es magmática. Así lo elocuencian los signos, los hechos…  Los hechos son indudables.

Hay numerosas y alarmantes señales que lamentablemente se han producido y que reflejan claramente lo que hay en el trasfondo de ellas. Primero fueron las declaraciones del Ministro de Estado de Relaciones Exteriores de que él fue a la frontera y que supuestamente «él no vio nada« (¿?). Luego se destapó hablando de que había que ser «prudente frente a Haití« (¿?). (¿Hasta cuándo y hasta qué límite y en reciprocidad a cuál «prudencia« de Haití para con la República Dominicana?) Como si lo que estuviese haciendo Haití no fuese atentando contra los elementos constitutivos del Estado dominicano: todo cuanto Haití ha venido realizando en perjuicio y agravio de la República Dominicana ha sido una agresión sistemática contra dichos elementos constitutivos. Ese llamado a esa supuesta «prudencia« (¿?) no es más que un acto de plena irresponsabilidad que avergüenza a la sociedad dominicana, pues tras dicho llamado lo que se camufla es la genuflexión frente a la agenda fusionista extranjera en vez de dedicarse a algo loable como lo es defender la soberanía del territorio nacional. Las últimas declaraciones del Ministro de Estado de Relaciones Exteriores fueron en el sentido de anunciar que la República Dominicana, «a través de él«, se propone «relanzar su política exterior« y que «la sociedad hace tiempo que viene esperando ese relanzamiento de la política exterior dominicana« (¿?): la va a relanzar en un sentido pro-haitiano, pero la sociedad dominicana nunca ha querido que se relance en un sentido pro-haitiano.

A esas medrosas declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores vino a sumarse la declaración tan estrambótica como desacertada dada por Ramón Fadul (alias) Monchy Fadul, Ministro de Estado de Interior y Policía, de proponer «darles visas« de no residencia por dos (2) años a los haitianos inscritos en el llamado Plan Nacional de Regularización que no han satisfecho los requisitos exigidos por el decreto No. 327-13; esa declaración del Ministro de lo Interior constituye el último eslabón de la evidencia de en los malos pasos en que anda este gobierno de Danilo Medina Sánchez: esa declaración no es cualquier declaración por provenir de quien proviene: es una confesión: proviene de un sujeto astuto, simulador y malicioso que al dar dicha declaración lo que ha hecho es retratar al desnudo al gobierno presidido por Danilo Medina Sánchez del cual él forma parte, y que lo único que ha venido evidenciándose es como un gobierno claramente entreguista y fusionista: esa manifestación del Ministro de lo Interior no es más que un claro y desnudo llamado a que la invasión de haitianos siga sin perspectiva alguna ni de contención ni de detención y mucho menos de expulsión de los nacionales de ese país.La locura, la desfachatez y la desverguenza de semejante pronunciamiento no pudo ser mayor. Este es el mismo Ministro de Interior y Policía que, tras descubrirse y conocerse lo de los barrios construídos por Canadá en Puerto Plata, simuló toda una fanfarria supuestamente destinada a impedir que dichas cuatro (4) colonias haitianas pudiesen convertirse en algo estable: más rápido que de carrera se hizo evidente que todo lo relativo a decidir eso son unos vientos predominantes: dicho ministro de repente varió su simulado discurso para quitarle todo el ropaje simulatorio y restregarle en la cara a los dominicanos que dichas cuatro (4) colonias haitianas en Puerto Plata se quedan con tal de que dichos invasores y ocupantes procedan a «legalizar« (¿?) su situación: “El problema no es las casas que se han hecho, es que sean para ilegales. Lo primero que debieron hacer es legalizar a esa gente”, sostuvo el ministro.«  (Ver: «Fadul revela son cuatro los barrios levantados en Puerto Plata para haitianos ilegales«, Enero 16 del 2015,Redación Impacto Digital) Dichas increíbles declaraciones las vertió nada más y nada menos que en uno de los antros desde donde se está mal dirigiendo todo lo relativo a nuestro destino histórico frente a Haití: desde el “Foro de la Diplomacia Dominicana”, que realiza la Cancillería bajo la dirección del primero de los dos ministros referidos.

Todo ello es una clara manifestación de la falta de seriedad y de la falta de respeto que en semejante temática tan trascendental para el futuro de nuestro país se tiene en este Gobierno del Presidente Danilo Medina Sánchez para con el pueblo dominicano. Este gobierno está propiciando, incentivando adredemente la introducción y permanencia en el país de los descendientes de Dessalines. Esas cuatro (4) colonias haitianas son una vergüenza clavada en el corazón de la Patria que sólo traducen una cosa: que este gobierno no merece gobernar al pueblo dominicano.

 

`Strategos` era, desde la Edad Antigua, la designación usada por los griegos para así llamar a un general de sus milicias; de esa raíz deviene la designación de `estratega` dada a un mando militar planificador.  «El Estratega« (¿?) Danilo Medina Sánchez: así, con ese elevado calificativo, se le vendió publicitariamente de cara a la sociedad dominicana. Si acaso fuese cierto que Danilo Medina Sánchez es un «estratega« será «El Estratega« propuesto para lo peor; el «Estratega« de la perdición de la República Dominicana.Para que estemos claros en ese sentido, a los tantos botones conocidos (y cuya cita es supérflua), añadamos: la visita de Danilo Medina Sánchez a Puerto Rico el trece (13) de Enero del dos mil quince (2015) para el Gobernador de Puerto Rico firmar un acuerdo con el Presidente dominicano tendente a permitirles a los dominicanos residentes en aquella isla vecina ejercer el derecho al voto sin requerírsele estatus de legalidad, no es más que un paso de pieza de ajedrez en el tablero internacional promovido por los norteamericanos bajo propuesta de Danilo Medina Sánchez para éste equiparar la situación de los haitianos en la República Dominicana con esa nueva situación creada en Puerto Rico buscando, así, pretender «legitimar« (¿?) todo el plan de haitianización de la República Dominicana de la cual él se ha convertido en un cómplice manifiesto y en la obvia cabeza más conspicua: Danilo Medina Sánchez está de lleno en eso: el asunto es indubitable. El y gran parte de su equipo de ministros están «en la onda« (¿?) del entreguismo: el asunto es indubitable.

Si los puertorriqueños hacen eso con nosotros los dominicanos, ¿porqué nosotros los dominicanos no podemos hacer lo mismo con los haitianos? ¿«Quiénes somos nosotros para no hacer lo mismo«? ¿«Qué es lo que nos creemos nosotros los dominicanos« como para no hacer lo mismo? Ese objetivo de esa agenda no fue un objetivo aleatorio: el contexto actual dominicano evidencia que ese objetivo fue previamente calculado, muy calculado y concertado para materializar su anuncio desde Puerto Rico. Pensar lo contrario es de ingénuos. El Gobernador de Puerto Rico está haciendo con los dominicanos lo que los norteamericanos quieren que Danilo Medina Sánchez haga con los haitianos en la República Dominicana: el mensaje está claro: más claro no puede ser. Un regalo envenenado para el pueblo dominicano es lo que es lo que el Gobernador de Puerto Rico y el Presidente dominicano Danilo Medina Sánchez han concertado.

Este último tiene muy lejos de su cabeza contribuir a salvaguardar el legado histórico de los Padres Fundadores de la Patria y de los demás Héroes Nacionales que el tiempo se ha encargado de hacer aparecer en el escenario nacional en sendos momentos históricos. Mientras la población haitiana crece a una velocidad y a un espesor muy superiores a los niveles de crecimiento de la población dominicana, estas autoridades gubernamentales encabezadas por el Presidente Danilo Medina Sánchez, lejos de bloquearlos, incentivan el ingreso y la permanencia de los descendientes de quienes nos independizamos en mil ochocientos cuarenta y cuatro (1844).

Mientras otros países se esfuerzan en incrementar el valladar de sus fronteras para que los de otras nacionalidades no las crucen (hace apenas cinco (5) días atrás (el catorce (14) de Enero del presente dos mil quince (2015)) Bulgaria comenzó a ampliar su valla en la frontera con Turquía para frenar la inmigración hacia aquel primer país); estas autoridades dominicanas, Danilo Medina Sánchez a la cabeza, sin embargo, se dedican a desbrozarle el espacio territorial y el espacio jurídico dominicanos para que la avalancha haitiana siga creciendo.

A la par que motoriza todo esto, Danilo Medina Sánchez se prepara para por cualquier eventualidad futura no ser extraditado de EE.UU. a la República Dominicana; tal parece que eventualmente piensa refugiarse en EE.UU., que por eso firmó el nuevo tratado de extradición resaltando el blindaje contra los delitos políticos: la Traición a la Patria es el más importante delito político;

Al paso de Danilo Medina Sánchez ni `el bálsamo de Fierabrás` (que supuestamente permite pegar a un hombre cortado en dos por un sable) arreglará el grave entuerto causado a la Nación dominicana por el Presidente Danilo Medina Sánchez.

La Traición a la Nación marcha `en grande` y `a pasos agigantados`. La Traición a la Nación es caudalosa, la Traición a la Nación es magmática. Así lo elocuencian los signos, los hechos…  Los hechos son indudables.