Un Buen Disfraz
Ramiro Francisco
La experiencia pasada recientemente con militares y policías en buena parte de los alrededores del edificio del Congreso Nacional, puso de manifiesto el compromiso social o político partidista, que tenemos muchos de quienes hacemos comunicación en programas de radio y televisión.
Mantuvimos un silencio sepulcral sobre lo que acontecía frente al Congreso. Pocas veces llegamos a enfocar “objetiva y libremente” lo ocurrido, menos aún, nuestra visión sobre el futuro desenlace.
Pudimos hablar de las luchas de los Chalecos Amarillo en Francia y otros países cercanos como Bélgica, Alemania, Italia, los Países Bajos y la misma España entre otros.
Tratamos, acerca de los movimientos cívicos-militares en Venezuela, y aprendimos de memoria nombres como Juan Guaidó, Henrique Capriles, Leopoldo López y Diosdado Cabello entre otros muchos actores de primera línea.
Y sin embargo, miles de policías y militares permanecieron por más de una semana frente al Congreso llevando inquietud a la sociedad dominicana y muchos de nosotros “comunicadores y periodistas” hicimos mutis, debido a los “compromisos económicos” con la finalidad de estar bien con Dios y con el Diablo.
En el ejercicio de un sano periodismo, eso es sencillamente imposible.
La tarde de este miércoles, se recibe la información de que el presidente del Senado ordenó la retirada de las tropas “luego de tomar las previsiones de lugar”. Esa noticia la tienen todos los grandes periódicos nacionales.
Se fueron guardias y policías. Hombres y mujeres con radios de comunicación, macanas, armas cortas y largas. Se llevaron consigo las vallas, cárceles móviles, grúas y varias unidades del 911.
Observaremos en lo adelante, como los “ analita y epelto en arta política” antes “ciegos, sordos y mudos”, elevan hasta las máximas alturas a las autoridades civiles y militares, que fueron actores principales en esa desgracia que contribuyó a enlodar más la imágen del país de por sí bien estrujada.
Quisiéramos estar equivocados, pero la inteligencia de los llamados organismos de inteligencia dominicanos, deben de revisarse y ponerse al día. Re-inventarse, re-iniciarse.
Los inventos no son muy buenos, para salir del paso o justificar alguna acción. Hay quienes conceptualizan (Nosotros no) cada frase, cada palabra emitida.
Deben aprender a cuidar lo que se habla, lo que se dice, para no tener luego que desmentir y afirmar que lo han sacado de contexto, que no fue lo que quiso decir.
Respecto a que el retiro se ordenó “luego de tomar las previsiones de lugar”, esperamos que esas previsiones nada tengan que ver, con lo que dijo el legislador Fidel Santana del Frente Amplio, al afirmar este día que “Esto(El Congreso) está inundado de calieses, de chivatos, de agentes de todos los organismos de inteligencia…por los pasillos incluso” periódico Hoy 3-7-19.
Si es imprescindible dejarlos –en caso que estén- disfrazarlos de camareros, limpiavidrios, tumbapolvos, técnicos electrónicos y de audio, guías, cuela café o porteros.
Cualquier cosa, con un buen disfraz.