La Vida misma nos pone en nuestro transitar como seres humanos, oportunidades para servir sin importar el lugar, la posición económica, religiosa o política que se tenga.
Ahora, servir no es servirse. En sociedades como la nuestra, existen diferentes entidades, organizaciones, clubes, Asociaciones, Voluntariados, Patronatos, Juntas de Vecinos…otras muchas, en las que su principal objetivo, es servir a los demás.
Luchar por alcanzar mejores niveles de vida para el colectivo, el vecindario, la comunidad es uno de los papeles fundamentales de las Juntas de Vecinos.
Organizar democráticamente a los moradores de una barriada, sector o comunidad para luchar de manera unificada con miras a alcanzar solución a problemas o dificultades que amenacen la buena convivencia es por igual, misión de las Juntas de vecinos.
Si las barriadas marcha bien dentro de lo posible, las mismas autoridades tendrán menos quejas y se puede marchar confiadamente hacia un futuro más promisorio para el mismo municipio.
Por desgracia, la apatía, el desgano, la sordera son calificativos que se han ganado muchas de nuestras autoridades ante precisamente el reclamo de algunos ciudadanos y algunas Juntas de Vecinos, a males que les aquejan muchos de los mismos con meses y hasta años de existencia.
Con dolor y vergüenza debo señalar, que esos mismos calificativos le corresponden por igual a no pocas Juntas de Vecinos, maleadas de distintas maneras por el poder político a través de algunos directivos para permanecer en silencio y apáticos, aunque sientan el calor de las llamas al tocar sus puertas.
La vecindad de Colinas del Sur, nos brinda la oportunidad de luchar juntos para alcanzar metas comunes en beneficio de la barriada, al elegirnos para presidir la Junta de Vecinos.
Es un nuevo reto para nosotros. No es lo mismo hablar desde la orilla y desafiar el mar y el viento, que ya dentro de la embarcación y sentir el movimiento de las olas.
Al bullicio político partidista sin importar color, les pedimos nos dejen transitar en paz.
A las autoridades municipales y del gobierno central, aliados tendrán en nosotros al actuar dentro del marco de las leyes y en pos de proporcionar mejor calidad de vida a todos los residentes en el municipio.
Por igual, seremos críticos como siempre, de lo mal hecho. De las actuaciones al margen de las leyes, de los olvidos, de las apatías, de los abusos y de pensar que los moradores de las barriadas solo tenemos valor como seres humanos cuando llega el día de las votaciones.
Aceptamos el reto.