A veces, se encuentra uno con esos maestros inteligentes, avezados e ingeniosos que al inicio de un taller o curso muestran una fotografía o un grabado y preguntan qué observan los estudiantes.
Es una manera creemos, de conocer la destreza y rapidez con que se conoce lo observado. La percepción de cada alumno.
No todos opinan lo mismo siguiendo el ejemplo dado. Es así, debido a que cada quien opina de acuerdo a lo que cree haber visto.
Algo semejante ocurre en los llamados programas de opinión, en los que se debaten temas diferentes profundos o superfluos, en los que también intervienen los radio-teleoyentes. Son los llamados programas interactivos.
En los mismos se necesita tener una gran dosis de tolerancia, paciencia y sensatez para no perder la compostura. Es decir, aprender a respetar el derecho que tiene la otra persona de no estar de acuerdo con nuestra posición respecto a determinado tema que se trate.
Lo mismo pasa respecto a las personas que adornan y enriquecen esos programas con sus intervenciones.
No siempre van a estar de acuerdo con las opiniones vertidas por sus conductores y viceversa.
¿Qué debemos hacer? Sencillo…aprender a respetar la opinión de los demás.
Gocé un mundo al saber de alguien que no estaba de acuerdo con lo vertido contra su “líder”, que llamó “boca de burro” a algunos de esos panelistas y fue más lejos al tocar las puertas de los dueños de medios para que sacaran a esos “boca de burro” de programas de radio y televisión.
Un tropel de llamadas no se hicieron esperar y dieron un toque jocoso a La Voz Libre emisión vespertina, con acusaciones y contraacusaciones en las que salieron a relucir “Boca de Chancleta”, “Boca de Chivo Loco”, “Chembú”, “Boca de Jarro”, “Boca de Fleco”, “Boca de Suape”, “Boca de Vasinilla””Boca de Soplete”, “Boca Aguá”, y “Boca Floja” entre otros.
Se dan casos, en que podemos disentir en algún tema o condición en particular. Luego podemos estar de acuerdo en otro.
Aprendamos a respetar el derecho que tiene la otra persona, a no estar de acuerdo con nuestros planteamientos.
Usted no tiene los “muebles” que la otra persona pueda tener o el espacio donde usted tiene algunos “muebles”, es muy chico.
Se puede hablar varias lenguas. No se puede tener tantas bocas.