PEL(Quinta parte)
Por Manuel Gilbert
PUERTO PLATA.-Ventura Serra y Manuel Quiterio Cedeño en una actitud malvada y vil, de la peor ralea, sin ninguna razón que justificara su villanía y su mal proceder, se apandillaron tratando de ocultar mi protagonismo de primer orden en la creación del Premio Periodístico Epifanio Lantigua, con el propósito de acaparar los honores generados por el certamen año tras año, ostentando una principalía mostrenca usurpada a media.
A mi no hubiera interesado hacer ningún tipo de reclamo de mi aporte como ideólogo y gestor del galardón, si desde el inicio se me hubiese dado el lugar que me corresponde y si la historia del galardón se hubiese escrito sin distorsión y sin intención de exclusión de la bujía que incendió la chispa que motivó a Ventura Serra a apoyar el proyecto que salió de mi mente, el bulló durante años en mi cabeza hasta que conseguí en el 2003 el respaldo de Serra para convertir mi sueño en realidad tangible.
La mejor prueba de que no buscaba figureo de modo alguno, sino motivar a los compañeros periodistas que se preocuparán por el turismo en el destino Puerto Plata que desde mediados de los años 90 había comenzado un proceso de deterioro, como resultado de la falta de atención de los gobiernos local y nacional y por la incuria de los propios empresarios hoteleros u otros actores de la comunidad de Puerto Plata.
Hubo una especie de conciliábulo no planificado para cometer todas las torpezas y errores que no se debieron cometer para propiciar, junto con la competencia interna de otros destinos nacionales, especialmente, la que nos hacíían Punta Caña y Bávaro, el desplome del flujo turístico tanto interno como externo hacia la Novia del Atlántico, que a partir del 2001 perdió su condición de principal polo turístico del país, cayendo a un cuarto lugar, incluso por detrás de Santiago que no ofrece ni sol ni playa, que son los dos principales atractivos para los turistas.
Todo iba bien hasta que como producto del complot de Ventura Serrra, azuzado por el Director del Centro de Información y Comunicación (CICOM), dándole un golpe artero a nuestro destino se llevaron sin inmutarse el Premio Periodístico Epifanio Lantigua para la Capital Dominicana, teniendo como nuevo escenario el hotel El Embajador, centro neurálgico de las operaciones Occidental Hoteles para Méjico, Cuba y República Dominicana.
Los primeros que alzamos nuestras voces contra la decisión unilateral de Serra y Cedeño fuimos Augusto Vásquez y nosotros, seguidos después por otros compañeros, pero entendimos que el cambio de escenario fue como consecuencia de que Occidental Hoteles había iniciado un proceso de venta de sus hoteles a Allegro Resorts, que lideraban los avezados hoteleros Alberto del Pino y Benny Guevara, creadores del popular sistema Todo Incluido”.
Aceptamos a regañadientes el palo dado que le asestó a Puerto Plata la mancuerna adulteradora para ocultar el verdadero origen y la historia veraz del Premio Periodístico Epifanio Lantigua para usufructuar el prestigio de ser “los creadores” de un evento que quizás nunca hubiese existido si no hubiera salido de la mente de un humilde periodista de provincia, que lo que ha hecho toda su vida es luchar por los mejores intereses de su pueblo desde diferentes frentes de batalla.
(Continuará)