PUERTO PLATA.-El exalcalde de Sosúa, Vladimir Cépedes, proclamó que frenar la inmigración de ilegales haitianos hacia territorio dominicano solo se puede lograr construyendo un muro bien alto a los largo de la frontera desde Manzanillo a Pedernales.
Céspedes formuló su fórmula para controlar el flujo migratorio desde el vecino país al ser entrevistado el pasado domingo en el programa “Sin Límites” que emite el canal 10 de Musa Visón, producido por los periodistas Manuel Gilbert y Hugo Gómez.
El también miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana dijo que es natural que los nacionales haitianos quieran cruzar hacia República Dominicana, por su país vive en extrema pobreza y la mayoría de sus ciudadanos quieren emigrar.
“Nuestro país, de alguna manera, viven en mejores condiciones que la nación haitiana y siempre que se da ese tipo de situación entre dos países con frontera común, los ciudadanos del más pobre quiere irse para el que tiene mejores condiciones económicas.
Recordó que antes de que Puerto Rico fuera desbastado por los huracanes Irma y María los dominicanos se iban en yolas, pero debido a que esos fenómenos atmosféricos afectaron su economía, la cantidad de viajeros criollos ilegales, cayó abruptamente.
“Eso fue así, porque Puerto Rico no ofrece los atractivos económicos que 15 ó 10 años atrás ofrecía. No ha sido necesario controlarlos, como lo hacían la Guardia Costera de Estados Unidos y Puerto Rico, así como la Armada de Estados Unidos”, subrayó.
Sin embargo, Vladimir Céspedes cree que hay que emplearse más a fondo con el problema de la inmigración ilegal procedente del vecino Estado, construyendo políticas públicas para frenar esa situación que cada día más preocupa a una mayor cantidad de dominicanos.
“Aquí debe permitirse solo la presencia de los extranjeros legales y solo la cantidad de mano de obra que se necesite, conforme a los porcentajes establecidos por el Código de Trabajo Dominicano, que son 80% nacional y 20% extranjera”, demandó.
En ese sentido, el dirigente peledeista planteó que debe penalizarse a los patronos que no respeten esa disposición, la cual han invertido contratando un 80% de mano de obra ilegal o más, y apenas un 20% o menos de dominicanos, lo que constituye fragrante una violación.