Manuel Gilbert
PUERTO PLATA.-El ex presidente de la Cámara de Comercio y Producción, Fernando Cueto, afirmó que no fueron los niños callejeros ni los ancianos que provocaron el retiro del turismo de cruceros del destino Puerto Plata, sino los taxistas y los guías.
“Yo me dedique a eso. A luchar para que eso funcionara, pero no fue posible por la mafia, por la intransigencia de esa gente. Por eso fracasó el turismo. Ahora somos unos privilegiados por saber por qué perdimos el turismo de cruceros”, remarcó.
Recordó que fue invitado por la Commodore Cruises Lines para visitara cada uno de los puertos que tocaba el crucero “Boheme” para que observara los problemas que existían en las islas caribeñas visitadas para que fueran corregidos y evitados en Puerto Plata.
Cueto rememoró que para resolver los problemas de esa primera etapa de los cruceros en este destino turístico recomendó a la Asociación para el Fomento y Desarrollo de Puerto Plata (Afode) la creación un centro de acogida para niños callejeros y se organizó Integración Juvenil, institución que en la actualidad dirige Ondina viuda De los Santos.
“No hay problemas de casa para acoger a los niños callejeros, está integración ahí, júntense con la madre del ex viceministro de Turismo, Cesar José De los Santos, para resolver ese problema”, manifestó el hacendado puertoplateño y luchador antitrujillista.
Explicó que para enfrentar ese problema, “nosotros también tuvimos un programa con los cines Rex y Roma a donde llevábamos los niños que eran sorprendidos en las calles para que disfrutaran de las películas que les proyectaba gratuitamente en una tanda especial que se extendía desde antes de llegar los cruceros hasta que partían”.
Dio a conocer, asimismo, que para evitar que los mendigos molestaran a los cruceritas en la Plaza Independencia y en otras áreas de la ciudad se construyó el Asilo de Anciano San Antonio María Claret, ubicado en la avenida Manolo Tavárez Justo, al lado de Utesa.
Estableció que debido a que se dedico a luchar para preservar el turismo dedicó cruceros fue la única persona a la que en Puerto Plata la dirección del Boheme le entregó una placa de reconocimiento.