Estamos frente a una sociedad de cómplices, donde se encuentran comprometidos todos, desde el presidente de la Republica, los representantes del poder congresual, ministros, gobernadores, alcaldes, ediles, empresarios, sectores sindicales, comunicadores y periodistas, religiosos, comunitarios y ciudadanos.
El estado de derecho en el país está herido de muerte por la corrupción, la impunidad, el narcotráfico y el irrespeto a la ley, donde no se actúa con entereza, transparencia y valor contra políticos, funcionarios, empresarios y políticos corruptos.
Contamos con un gobierno que deja hacer y deja pasar, donde se forman mafias y carteles, desde los ministerios, gobernaciones, alcaldías en combinación con políticos y empresarios para apropiarse de los recursos públicos y hacer negocios con fines meramente personales o de grupos y a la vez disputarse el poder para ejercer dominio sobre el colectivo.
En Puerto Plata nada decimos y todos callamos, es el ejemplo más vivo de complicidad. El anfiteatro ha sido la gran estafa. Nunca este proyecto constituyo una necesidad de la comunidad, donde habían otras prioridades, que eran muchas más necesarias para la gente, pero la mayoría de los ciudadanos callaron y no se opusieron, a sabiendas que era un negocio instalado, en provecho de funcionarios gubernamentales, municipales y empresarios, que le gustan la mordida del presupuesto nacional.
La urbanización Torres Alta y las talas de árboles y construcciones de casas, en San Marcos, en el área protegida Loma Isabel de Torres, era el otro vivo ejemplo de complicidad del ministerio de medio ambiente, el gobierno local, la gobernación y sectores ciudadanos, que permitieron construir urbanizaciones, al margen de la ley y la propia ley municipal de organización del territorio. Hoy las lluvias y el lodo circulando por los lugares más pobres y de clase media de la ciudad han revelado, las necesidades de Puerto Plata, sus prioridades y soluciones.
Y más, aun. Con la necesidad de identificar a los responsables y co-responsables, de la actual situación por la que está atravesando la ciudad de Puerto Plata, de no hacerlo se seguiría con la complicidad, pero siempre prevalecerá la necesidad de hacer justicia. La ley tiene que ser aplicada a todo por igual, no debe haber preferido, el territorio tiene que ser organizado en función de sus áreas de desarrollo, conservando el medio ambiente, hay que educar a la ciudadanía, hay que sanear cañadas, ríos, hay que ejercer una buena calidad de la gobernanza y del ejercicio de la gobernabilidad, donde las políticas y servicios municipales, vayan a favor de las necesidades del desarrollo de las comunidades y de la ciudadanía.
Hay que luchar por la justicia, la transparencia, rendición de cuentas, a fin de que el estado de derecho prevalezca y no las malas conductas de muchos de nuestros servidores públicos y privados, los cuales han contribuidos con la complicidad de los actos de corrupción e impunidad, existente en nuestra comunidad. Seamos bien aventurados, ejerciendo nuestros derechos ciudadanos y desterrando esta sociedad de cómplices, por una sociedad más justa, equitativa y de oportunidades para todos.