Ramiro Francisco
Fue a finales del 1970, durante el gobierno del Presidente Balaguer en que Puerto Plata iniciaba a lucir su esplendor como destino turístico, y donde el mandatario de entonces hizo construir en diferentes demarcaciones las nombradas escuelas artesanales de grata recordación, por el aporte dado a la llamada industria sin chimeneas.
Como ciudad, como provincia, fuimos premiados con una de esas escuelas o Centro Artesanal, ubicada durante muchos años en la intersección formada por las calles John F. Kenneddy hoy Profesor Juan Bosch y 30 de Marzo. Frente donde funciona el Banco Agrícola en el hoy conocido Centro Histórico de Puerto Plata.
Los hombres y mujeres forjados allí en cerámica, metal, piedras, madera, larimar, ámbar, piel, cuero y otras, colocaron en un sitial preponderante a Puerto Plata, debido a la calidad de las piezas elaboradas y que eran adquiridas por turistas nacionales y extranjeros que venían a vacacionar a este litoral.
Artesanos que hoy por desgracia, han tenido que salir en su mayoría a otros litorales luego del cierre del famoso Centro Artesanal de Puerto Plata.
¿Qué o cuales causas llevaron al cierre de ese importante proyecto? ¿Cómo es posible que con tantas instituciones empresariales y las mismas autoridades de Turismo y Cultura de entonces, no se percataran de lo que ocurría?
¿Dónde estaban las organizaciones –si las habían- que agrupaban a los artesanos y maestros del Centro Artesanal?
A la fecha, prácticamente la estructura (puertas, ventanas, techo, maquinarias) han desaparecido como por arte de magia que ni Nostradamus o Houdini o el Ratón Mikey con su varita mágica…¿A quién se le reclama?
Desconozco si en el Centro Artesanal o lo que fue, alguien custodiaba o si estaba bajo la vigilancia de tal o cual entidad.
El edificio se encuentra en la actualidad desmantelado. Las voces de la Asociación de Artesanos Unidos de Puerto Plata y la Junta de Vecinos del Centro Histórico retumban a lo lejos como truenos sin que por el momento reciban la atención de las autoridades.
Ante las perspectivas que en materia de turismo se acercan como nubes de bendición para toda nuestra provincia, con miles de turistas que nos visitarán por nuestros puertos, el Centro Artesanal se hace urgente que resurja de entre las cenizas.
Que vuelvan las alegres golondrinas a surcar nuestros cielos, con enormes esperanzas de ver nuestros jóvenes y viejos artesanos trabajar lo aprendido y los visitantes obtener artículos originales y de calidad.