Thomas Abraham es profesor asociado honorario del Centro de periodismo y estudio de medios de la Universidad de Hong Kong, es autor de “La peste del siglo XXI: la historia del SARS” y “Polio: la odisea de erradicarla”. También se desempeñó como editor del South China Morning Post en Hong Kong, y trabajó con la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la pandemia de gripe H1N1. En esta entrevista nos habla del virus.
• De la cobertura que ha visto hasta ahora sobre la pandemia, ¿cree que los periodistas están haciendo las preguntas correctas?
No siempre. Hay tantas cifras disponibles que es tentador querer armar piezas periodísticas alrededor de las cifras diarias. Pero ese es solo el comienzo. ¿Qué está realmente pasando detrás de las cifras? ¿Vienen de diferentes lugares? ¿Se infectan diferentes tipos de personas? Algo que sería útil es que los periodistas armaran sus propios cuadros o curvas epidémicas, que es lo que hacen los profesionales de la salud pública. Es muy simple: cualquier persona con Excel puede hacerlo. Al trazar la curva verás si sube empinada, o si se trata de una curva suave o baja. Eso te dará una indicación de lo que está sucediendo.
• Es decir que los periodistas no deberían confiar solamente en los números…
Los números por sí solos no significan nada; tienes que darles sentido. Una forma es la curva simple: puedes relacionar los números de hoy con los números de ayer y ver cuáles pueden ser los números de mañana. Tienes que hacerte siempre la pregunta “¿por qué?” Un ejemplo clásico está ocurriendo en la India con los tests. La política del gobierno indio en términos de testear si la gente tiene coronavirus o no es bastante limitada. La OMS dice que debemos evaluar a muchas más personas. La pregunta es, ¿por qué la India está testeando tan poco? ¿Eso se justifica en términos de salud pública? Antes de seguir mirando números, debes preguntarte qué más debe hacerse. ¿Existe suficiente equipo de protección para los trabajadores de la salud? ¿Hay suficientes camas de cuidados intensivos y ventiladores? ¿Hay suficiente personal médico que sepa cómo usar las máquinas?
• Si no eres un periodista especializado en salud, ¿cómo cubres la pandemia?
Usando los mismos instintos que todos los periodistas deberían usar. Si alguien dice algo o publica un comunicado de prensa, ese es tu punto de partida. Después te haces la pregunta de por qué dicen lo que dicen y qué se dice al respecto en otras partes del mundo. ¿Qué dicen otros expertos? Ese es el paso 1. Paso 2: hay una gran cantidad de material disponible online. La OMS tiene numerosos recursos sobre el COVID. Incluso solo leyendo y aplicando una lógica simple puedes aprender mucho. Debes leer tales materiales, ver las directivas del gobierno y luego compararlos. ¿Son consistentes? ¿Cuál es la lógica detrás de las medidas gubernamentales? Y si no entiendes, sigue preguntando. No necesitas ser un periodista especializado; basta con que seas un buen periodista. La OMS publica briefings todos los días, a los que todos tenemos acceso gratuito. Quienes cubren el coronavirus tienen que hacer mucha tarea, pero pueden conseguir buena información rápidamente. Mi otro consejo es crear una lista de contactos. Necesitas especialistas en salud pública y expertos en enfermedades. El otro gran recurso disponible son las revistas médicas y científicas: Science, The Lancet, The British Medical Journal. Con que leas los resúmenes de las investigaciones sabrás a qué refieren.
• ¿Se puede cubrir la pandemia desde el teléfono?
Tienes que ir a hospitales. No puedes informar sobre esto sentado en casa. Toma precauciones básicas y ve. Mira lo que está pasando allí. ¿Se rechaza a los pacientes? ¿Hay suficientes camas? Habla con los doctores. Haz preguntas de la manera en que un niño haría preguntas y sigue la historia hasta su conclusión lógica.
• ¿Cómo fue cubrir el SARS y la gripe H1N1 en comparación a esta pandemia?
Quienes cubrieron el SARS obviamente están haciendo un mejor trabajo hoy. Para el resto, todo es nuevo. De la misma manera, los territorios que experimentaron SARS, como Hong Kong y Singapur, están mucho mejor que los que no. Para la mayoría de los periodistas es una curva de aprendizaje empinada.
• Una vez que la propagación se desacelere y la curva se aplane, ¿qué preguntas deberían hacerse los periodistas?
Hacia el final de la epidemia, las preguntas deberían ser: ¿están bien los sobrevivientes?, ¿Cómo funcionó el sistema de salud? ¿Médicos y enfermeras tienen secuelas traumáticas? ¿Qué planes tiene el gobierno basados en lo que aprendieron para evitar situaciones similares y prepararse mejor? ¿Se está asignando más dinero a la prevención? Sabemos que esto volverá a ocurrir. Entonces, ¿qué vas a hacer la próxima vez?