SANTO DOMINGO.- Aunque las encuestas son un método de medir el posicionamiento de un producto determinado en un momento dado, además, las mismas tienen sentido para ponderarlas cuando las realizan en diferentes escenarios, con fechas separadas durante un período determinado, y en el país, en términos políticos, se puede decir que esta técnica es de reciente aplicación.
A pesar de ser las referidas encuestas un procedimiento técnico-científico tradicional de evaluar las simpatías o los posicionamientos de los aspirantes políticos a los diferentes cargos electivos en los Estados Unidos por ejemplo, ya que se iniciaron en esta Nación en el año 1936, a los norteamericanos nunca se les ha ocurrido sustituir el método de elección por votos o democrático por el de las encuestas para escoger sus candidatos internos.
Y eso, que en los Estados Unidos la participación de la población en las elecciones internas y en las generales para escoger los aspirantes a los diferentes cargos electivos es muy tímida, los niveles de abstención rondan el 87% y el 46% respectivamente.
Mientras que en el país las abstenciones en las elecciones internas son de alrededor de un 65 ó 70%., y en las elecciones generales o presidenciales éstas rondan el 30%.
Mas sin embargo, aquí que comenzamos a utilizar las encuestas con rigurosidad técnica en el mercado electoral por el año 1989, y ya los cabezas de los partidos van a comenzar a destruir la manera más democrática y justa de escoger un candidato a una posición electiva, que es mediante la voluntad popular de la mayoría, por el de las antidemocráticas encuestas, que no permiten el surgimiento del verdadero liderazgo ni del debate interno entusiasta.
Lo que se ve ahora, parece el preludio para destruir la democracia interna en este tipo de organizaciones, pero esto no es realmente su inicio, ya que el proceso comenzó cuando se dieron aperturas de ingresos ilimitados en los partidos; se eliminó la formación política por el de entren todos.
En este mismo contexto, se prosigue con la eliminación de sus locales políticos; que no es más que desligar a los dirigentes medios y de base de sus sectores de influencias, los desvincula de su embrión original y de poder: El Barrio y su gente, especialmente de los activistas y comunitarios, a los que les ejercen influencia o lideran.
Señores, esto de las encuestas sustituir a las elecciones internas de los precandidatos en los partidos, es tan aberrante y canceroso, que existen tantos ejemplos internos y externos para ilustrar gráficamente esta situación, que uno realmente no sabe cual presentarle, pero aún así, vamos a ver tres casos que valen la pena
En el pasado político reciente de USA, si las encuestas fueran un método justo y transparente de seleccionar a un aspirante, Barack Obama aparentaba que no calificaba para competir con Hillary Clinton, y al darle la oportunidad de desarrollar una campaña preelectoral y exponer sus ideas, ahí está el dato, la información exacta.
Pero aquí en el patio, en nuestro país, ayer, si hubiese sido por medio de las encuestas, Margarita Cedeño de Fernández se hubiese presentado como candidata para la elecciones del año 2012, pero no la dejaron ni salir al terreno a competir, y la información ya es conocida.
Aunque el ejemplo más contundente lo vivimos con el licenciado Danilo Medina, si el mismísimo que ahora presenta números y simpatías para cualquiera temerle y pensarlo dos veces antes de enfrentarlo, ya que en sus aspiraciones anteriores, ciertamente, sus porcentajes eran los más altos entre casi todos sus compañeros, pero no los mejores para presentarlo como candidato, y el ganó, no le pusieron las venditas encuestas como obstáculos. Al revés, fueron ignoradas en un primer momento.
Y el hoy presidente de todos los dominicanos, no hubo forma de estar número uno en las encuestas antes de ser presidente, no es en vano por eso que muchos dicen que él ganó por la integración sin límites del doctor Leonel Fernández y comparsa, si no, Hipólito Mejía volvía a ganar, y aún así, le ganaron a cuarta de chuleta, bien pegadito.
Por todo lo dicho en los párrafos anteriores, cuando se pretende cambiar las elecciones internas por el de las mediciones a través de encuestas, por la aberración, impotencias, frustraciones y humillaciones que causan a los militantes e interesados en aspirar y competir, entonces decimos con esta forma de utilizar las citadas encuestas en el país, se da otro golpe