padre1Manuel Gilbert

PUERTO PLATA.-El cura párroco de la parroquia Jesús Nazaret del sector Villa Progreso, Cirilo Zárate, lamentó la desnaturalización del sentido religioso que tiene la Semana Santa por parte de las personas que se dedican a hacer y promover cosas que se apartan del carácter sagrado de la conmemoración de la muerte, pasión y resurrección de Cristo.

Admitió que mucha gente se ha apartado de Dios y no asiste a las iglesias católicas y evangélicas, ya que se han alejado de los templos, como resultado de los patrones anti-cristianos que ha impuesto la sociedad de consumo que se ha entronizado en el mundo secular, el cual ha traído nuevas formas de comportamientos que se apartan de lo religioso.

“La gente en vez de acercarse a las iglesias a buscar la salvación, se ha alejado, tendencia que es producto de la sociedad de consumo, que ha provocado que los padres de hoy se han olvidado de inculcarles a sus hijos el hábito a asistir a los templos a elevar sus oraciones y sus súplicas al Dios Todopoderoso”, señaló el sacerdote.

Zárate dijo que en estos tiempos la comunicación tiene una gran responsabilidad de este alejamiento de la gente de los templos, ya que llega con mayor rapidez que antes a todas partes, incluyendo los más apartados rincones de la tierra propalando una serie de prédicas y de costumbres que empujan a los seres humanos a adoptar patrones conductuales anti-religiosos.

“Los seres humanos de estos tiempos son muy autosuficientes y solo se acuerdan de Dios cuando nos pasa algo traumático que desborda nuestra capacidad de respuesta”, señaló el religioso al ser entrevistado el pasado lunes en el programa “Todo Incluido”, que se transmite por el canal 10 de Musa Visión de la ciudad de Puerto Plata.

Explicó que” antes todos estaban convencidos de su fe y esperaban que Dios tomará el control de sus vidas y de todo les rodeaban y les ayudaba a resolver los problemas que no estábamos en capacidad de enfrentar por nosotros mismos y por ese motivo eran más religiosos y tenían una actitud más sumisa y obediente hacia el Altísimo”.

“Después entró la sociedad de consumo que, entre otras cosas, hizo posible que la gente viajara más a otros países y pudiera ver que en esos países del primer mundo la gente vive sin necesidad de Dios y esa cultura y comportamiento ha ido maleando la religiosidad casi generalizada que existía en otros tiempos en todas partes”, indicó.