periodismoPor Manuel Gilbert

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Tomando en cuenta del empirismo que predomina entre los que ejercemos el oficio del periodismo en la provincia de Puerto Plata, hemos querido aprovechar el Día Nacional del Periodismo y del Periodista que se conmemora este 5 de abril para hablar de los “Principios de la Comunicación”.

Y para hablar de ese tema hemos recurrido a la obra “Comunicación oral para el liderazgo en el mundo moderno” de la escritora Eileen McEntee, doctora en Lingüística Aplicada de la Universidad de Texas/Austín y profesora titular de Comunicación ITESM, Campus Monterrey.

Al referirse a los “Principios de la Comunicación” McEntee en la página 93 de su libro, ésta indica que la comunicación humana es omnipresente, inevitable, irreversible, predecible, personal, continua, dinámica, transaccional, verbal y no verbal y abarca contenidos y relaciones personales y requiere inteligibilidad.

La comunicación es omnipresente, inevitable e irreversible

La experta en Lingüística Aplicada indica al respecto que “todo el mundo se comunica siempre, independientemente de dónde sea o cómo vive (es omnipresente), no se puede no comunicarse (es inevitable) y una vez que se comunica un mensaje no se puede borrar (es irreversible).

Para ilustrar el carácter omnipresente de la comunicación, señala que “todo el mundo, niños, adultos, hombres, mujeres, ricos o pobres, se comunican. En África, Asia, Europa y América las personas se comunican. El hombre se comunica en donde se encuentra y en la condición que se encuentra, porque la comunicación humana es omnipresente.

Agrega que “todo comportamiento humano tiene un significado. Aún su silencio tiene significado. Puede significar que está cansado, aburrido, preocupado; no es posible no comunicar. La comunicación humana es inevitable”.

Para demostrar que la comunicación humana es irreversible expresa que “no somos como las grabadoras, con las que si no te gusta lo que grabas puedes borrar el mensaje” y que “cuando comunicas un mensaje a alguien, aun inadvertidamente, queda grabado para siempre”.

Agrega que “esta condición de la comunicación nos puede resultar favorable, por ejemplo, cuando tus padres te dijeron que estaban orgullosos de ti cuando saliste de la preparatoria; es algo que nunca se te va a olvidar, y aunque después te regañen, tu no te olvidas de que están orgullosos de ti, porque la comunicación humana es irreversible.

Sin embargo, Eileen McEntee subraya que “también esta condición de la comunicación puede resultar desfavorable. Por ejemplo, si insultas o hieres a una persona, aunque no fuera intencionalmente, aquella persona no lo olvidará y tiene que hacer uso de la comunicación para pedir disculpas, si quieres que no guarde resentimiento contra ti. No podemos borrar los mensajes; para rectificar una situación de comunicación que no nos gusta, tenemos que hacer uso de más comunicación y pedir una disculpa”.