Anthony-RiosYnmaculada Cruz Hierro
ynmaculada.cruz@listindiario.com
Santiago

“La vida es aquí y es ahora”, era una de las tantas frases que acuñó Anthony Ríos, el gran poeta popular de la canción y que asoció a su estilo de vida hasta el último día de su existencia.

Floirán Antonio Jiménez (17 de julio 1950- 4 de marzo 2019) vivió como quiso, para ser feliz y sin importar el qué dirán. En varias ocasiones relató su historia con reporteros de este diario en visita a su residencia en Villa Altagracia.

A la edad de cinco años ya sabía leer y escribir perfectamente. Su madre, que era maestra de campo (Las Cañitas, Sabana de la Mar), lo mostraba orgullosa.

“Kinder”, como le apodaban, tenía como tarea obligada: aprender y memorizar del diccionario una palabra diaria. De seguro que esta fue la base para que Anthony se convirtiera en uno de los autores de letras más prolíferos que tiene República Dominicana.

Al artista le costaba mucho hablar de su infancia. Su padre fue un bohemio al igual que él. Decía que si su padre se hubiera dedicado a escribir hubiera sido un gran narrador de historias. “Mi padre nos contaba historias extraordinarias. Creo que ese fue el primer James Bond que conocí”, sonreía al recordarlo. De su madre expresaba: “Mamá estaba orgullosa de que su niño de cinco años supiera leer. La recuerdo que le recitaba poesía a Trujillo y cantaba canciones mexicanas en veladas”.

Confesó que siendo un niño nunca imaginó que iba a ser una gran estrella de la música. Por el aprendizaje que tuvo de pequeño sabía que iba a ser alguien de alguna manera.

Cuando era adolescente le picó el gusanillo de la política y era seguidor del movimiento “14 de Junio”. También para esa época se enamoró de una mujer casada. Fue precisamente cuando también conoció el amor carnal que lo enloqueció y que provocó que escribiera sus primeras canciones. Aunque en su pueblo cantaba y ofrecía serenatas con sus amigos, nunca había tomado en serio que podría convertirse en cantante.

Al quedarse huérfano vino a la capital con la intención de ser locutor de la reconocida y reputada emisora de la época Radio Mil. “Mi amigo Joaquín Jiménez Maxwell (epd) vio en mí que no tengo cara para ser locutor. El locutor de noticias tiene que tener una cara de credibilidad, y yo tengo una cara de sinvergüenza”, dijo gozándose la broma.

Fue precisamente el afamado locutor de Radio Mil, Jiménez Maxwell, quien le presenta a Johnny Ventura y a quien le pidió que lo probara para ver si podía calificar y ser parte del Combo Show.

“Canté un tiempo con Danny León, y en el cumpleaños de Jiménez Maxwell llevaron a Johnny Ventura para que me vieran cantar. Johnny había perdido a Fausto Rey, quien para mí es la gran voz dominicana, y Johnny andaba preocupado porque necesitaba un cantante”, recordó.

Anthony era un ser humano con un alto nivel de agradecimiento y recordó, hasta con nostalgia, cómo Luisito Martí, Ramoncito el de la Pipa y Johnny Ventura eran los únicos que no se oponían a que entrara al grupo. “La mayoría de los integrantes no querían que yo entrara al Combo Show y recuerdo como Luisito se paró en una reunión y argumentó los motivos de por qué yo debía de estar”, recordó.